La bebida considerada de los dioses se produce por la fermentación del mucílago o aguamiel del agave o maguey; en su momento fue considerada la bebida de los dioses aztecas y su consumo era restringido. 

En la Época Prehispánica, únicamente los señores principales o los ancianos, hombres y mujeres retirados ya de la vida activa (mayores de 52 años), podían consumirlo. Quienes también  podían degustar este elixir eran los que iban hacer sacrificados en el templo de Huitzilopochtli. A estos se les permitía beberlo hasta embriagarse. 

En cuanto al origen de su nombre, éste continúa siendo un misterio, pues así como hay quienes dicen que se deriva del náhuatl “poliúhqui”, que significa: corrompido. Hay quienes opinan que fueron los conquistadores quienes lo nombraron pulque despúes de su llegada a Tenochtitlan.

Elaboración:

La elaboración de esta exquisita bebida es en realidad un proceso bastante complejo, pues conlleva la extracción del corazón de los magueyes madurados por un tiempo aproximado de 12 años y luego se acumula y extrae su jugo por 4 meses más. Para llevar a cabo esta tarea es necesario raspar el centro de la planta y formar una cavidad, así que transcurrido este tiempo la planta de maguey muere, sin embargo, el proceso de elaboración continúa, obteniendo el aguamiel, una bebida dulce, pero no embriagante. Este efecto se logra hasta después de completar el proceso de fermentación, que en la época prehispánica se lograba con una hierba llamada “ocpatli” o raíz del indio. 

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