Muchos cuernavacenses pasamos por las aulas en donde enseñó el maestro Agustín Güemes Celis; en mi familia al menos cinco generaciones fuimos alumnos del insigne maestro: Mi abuelo materno, mi padre, mis hermanos y yo, y hasta un sobrino.
El maestro Agustín Güemes era un hombre fuerte, con bigote tipo imperial retorcido hacia arriba, siempre bien vestido con traje y corbata, nació el 5 de mayo 1893 (hace 132 años), en la casa de sus padres don Julian P. Güemes y doña Ignacia Celis, en la calle de Guerrero casi esquina con Arista, en el centro histórico de Cuernavaca.
Sus estudios elementales básicos (de 1° a 4° año) los realizó en la escuela central de niños que estaba ubicada en la esquina de los “Nachos”, Ignacio Rayón e Ignacio Comonfort, en el lugar en donde se encuentra la Biblioteca Miguel Salinas, actualmente en poder de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Posteriormente, el gobierno del Estado lo premió con una beca para continuar sus estudios elementales superiores (de 5° y 6° año) en el Instituto “Pape Carpantier” que dirigía el ilustre maestro Miguel Salinas.
Por esa época su padre, hombre de campo, había puesto una tiendita y el joven Agustín le ayudaba a atenderla, pero él aspiraba a ingresar al “Banco de Morelos” que estaba administrado por don Juan N. Carreón. Su padre le solicitó apoyo al maestro Miguel Salinas para que recomendara a su hijo con el señor Carreón a fin de que pudiera entrar a trabajar en el Banco. Mientras esto ocurría don Agustín, muy prendidito con traje y corbata paseaba por las calles de Cuernavaca. Pero el tiempo pasaba y no se concretaba su ingreso al banco, así que su padre desesperado le dijo:
- A mí no me gustan los vagos en mi casa, así qué, si no consigues nada, yo te voy a llevar otra vez al campoComo al joven Agustín le había gustado la vida de estudiante y no quería regresar al campo, buscó nuevamente al maestro Salinas quien le dijo:
-Mira hijo, para que tu padre no cumpla su amenaza vienes mañana a las 8 de la mañana, yo te voy a necesitarAgustín se presentó al día siguiente pensando que lo llevaría al banco, pero el maestro Salinas le pidió:
-…quiero que te hagas cargo de un grupo...tú sabes más que los niños de 4°, acabas de terminar el 6°…tú eres un muchacho estudioso, así que te necesito aquí.
Don Miguel Salinas también le propuso que siguiera estudiando en el instituto ya que tenía una sección de normal, de esta manera el maestro Güemes inició su carrera magisterial.
En 1912 el maestro Miguel Salinas cerró el instituto “Pape Carpantier” a causa de la revolución. Se fue de Cuernavaca para radicar a la Ciudad de México, en donde reabrió el instituto, no sin antes recomendar al maestro Güemes para que pudiera trabajar en las escuelas oficiales de Cuernavaca, gracias a la cual pudo laborar en la Escuela Central de Niños.
El maestro Güemes vivió de cerca la revolución y nos contaba muchas anécdotas de esa época, como cuando fue sitiada la ciudad de Cuernavaca por los zapatistas en 1914 durante 74 días. Nos narró el sufrimiento que se vivió por la falta de comida en la ciudad y de la gente que murió de hambre, de las flores de zompantli y otras plantas que tenían que comer para sobrevivir, comían también almidón endulzado con una miel de azúcar de mala calidad, en ciertos momentos tuvieron que comer caballos, burros, perros, gatos y ratas. También nos platicaba que fue voluntario de la Cruz Blanca y que al término del sitio el general Antonio Barona, jefe de la plaza, les dio un salvoconducto para ir a recoger los cadáveres y heridos que quedaron en el camino hacia Temixco. Nos describió cómo hicieron una pila con los cadáveres y las horrorosas escenas que vió al momento incinerarlos. Nos relató cómo recogieron a un herido y le amputaron la pierna con un serrucho.
En febrero de 1917, Don Agustín Güemes al igual que toda la población de Cuernavaca fueron evacuados por las fuerzas carrancistas al mando de Pablo González y trasladados a la Ciudad de México en donde trabajó en un hospicio de niños. En 1932 el gobernador de Morelos don Vicente Estrada Cajigal lo invitó a regresar a Cuernavaca para hacerse cargo de la Dirección de Educación del Estado.
En 1934 fue diputado suplente y ese mismo año fundó la Escuela Evolución, que en 1941 se trasladó al Jardín San Juan, en donde tuvo una larga historia y forjó a muchos hombres y mujeres de bien de Morelos.
Don Agustín Güemes Celis tuvo una larga carrera magisterial pues siempre estuvo activo y vivió hasta los 99 años, falleció el 4 de julio de 1992. Una escuela y una calle del centro de Cuernavaca llevan su nombre.
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