Para tener una idea de la situación que guardaba el territorio que ocupa el actual estado de Morelos durante la colonia, tenemos que recurrir a los pocos documentos que existen de esa época.  Algunos de estos escritos son: La Relación de Cuernavaca de 1743 y el Theatro Americano de 1746, los cuales hacen una descripción general de esta región.

El rey Felipe V al nombrar al conde de Fuenclara, Pedro de Cebrián y Agustín, (1687-1752)  virrey de la Nueva España,  le ordenó que al llegar a América hiciera una recopilación del verdadero estado en que se encontraban las provincias de la Nueva España. Una vez que realizó la larga travesía por el Océano Atlántico, desembarcó en Veracruz el 5 de octubre de 1742 y para el 3 de noviembre hizo su entrada solemne a la Ciudad de México.

Ya establecido como virrey se encargó de cumplir con el encargo del rey, ordenando a los alcaldes y corregidores de los “reynos” y provincias de la Nueva España que realizaran los mapas de los pueblos de su jurisdicción y les pidió que dichos mapas incluyeran: distancias, rumbos, comercios, número de habitantes y de cosas particulares de cada región. 

 En ese entonces el alcalde mayor de la villa de Cuernavaca era el capitán Don Lorenzo Antonio Correa y Troncoso, quien publicó un bando para que sus subordinados realizaran el conteo de familias y de las principales cosas existentes en la cabecera de la villa y sus pueblos.

El documento resultante fue la relación de la Villa de Cuernavaca de 1843, misma que especifica que la villa de Cuernavaca se encuentra a 14 leguas de distancia de la Ciudad de México (una legua equivale aproximadamente a 4,190 metros) y señala que su clima es “…templado y muy saludable…” y que “…es muy amena por la abundante agua que en la antigüedad se le comunicó por varios acueductos de muy buen artificio…”. Y agrega “…los frutos que produce esta cabecera (aunque no abundantes) son limas dulces y agridulces, agras de todo (pequeños frutos rojos), naranjas, toronjas, sidras, limones reales y ordinarios, mameyes, plátanos, aguacates, sapotes blancos, prietos y amarillos, camote, guacamote, tlalcacaguate (cacaguate), abundantes guallabas y diversas flores…”. Cuernavaca contaba con 314 familias de españoles, mestizos y mulatos. En esta jurisdicción existían 31 ingenios y trapiches, en donde calculaban hasta 1,600 esclavos de todas edades. 

Los barrios que se señalan en este documento son 10: “San Josef Tlaltenango, San Jerónimo Cocotzingo, Santa María de los Aguacates, San Lorenzo Chamilpa, San Salvador Ocotepeque, San Nicolas Aguatepeque, San Miguel Chapultepeque, San Diego Acapancingo, San Antonio Analco” y señala que tiene otros dos pueblos en la parte norte Huichilaque, en el cual “…se mantienen de abundantes magueyes y en donde trafican varias maderas y mucho carbón…” y  Coaxomulco.

En la relación se especifican los detalles de otros pueblos pertenecientes a la villa de Cuernavaca, como son:  Tejalpa, Acatlipa, Jiutepec, Mazatepec, Jojutla, Yautepec, Tetela, Jantetelco, Atotonilco, etc.

Asimismo, se describe la iglesia mayor (hoy catedral de Cuernavaca), el número de religiosos y las órdenes que atienden a cada uno de los pueblos, así como las fiestas y costumbres de estos lugares. Y agrega que “Parece que la divina ognipotencia con especialidad se a servido manifestarse en que esta villa de Cuernavaca gose el especial beneficio de su divina mano, con diversas y milagrosas apariciones de la efigie de la santísima cruz…” Y que los naturales celebran la fiesta principal el día 3 de mayo.  

Agrega que “En esta cabecera de Cuernavaca se venera una soberana imagen de nuestra señora de la concepción con el título de Tlaltenango…”

El virrey comisionó a José Antonio Villaseñor y Sánchez y al primer cronista de la Ciudad de México, Juan Francisco Sahagún de Arévalo y Ladrón de Guevara, para hacer la obra “Theatro Americano, Descripción General de los Reynos y Provincias”, cuyo primer tomo fue dado a conocer en 1746 y comprendía a las poblaciones cercanas a la metrópoli mexicana y del obispado de Puebla de los Ángeles. La relación de la Villa de Cuernavaca de 1843 sirvió de base para realizar dicha obra.

Seguramente el Conde de Fuenclara no llegó a conocer esa obra, ya que enfermó y solicitó ser relevado de su cargo, lo que le fue concedido. Por lo que regresó a España en noviembre de 1745.

Conde de Fuenclara, Pedro de Cebrián y Agustín virrey de la Nueva España (1687-1752) 

Mapa de la villa de Cuernavaca y su jurisdicción, realizado por el entonces alcalde mayor de esta villa, el capitán Don Lorenzo Antonio Correa y Troncoso en 1743. Archivo General de Indias, Sevilla, España.

Por: Valentín López G. Aranda / valentinlopezga@gmail.com

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