Al triunfo de la república, en 1869 el presidente Benito Juárez erigió el estado de Morelos. El primer gobernador, Francisco Leyva, creó en 1870 el Instituto Científico y Literario de Morelos, en donde se establecieron las primeras clases de música, a cargo del maestro Cruz Rayado, quien formó la importante banda de “Santa Cecilia”, que sirvió al gobierno del estado para dar animación a las festividades cívicas como la del 5 de mayo y la del 16 de septiembre, pero que también daba audiciones en la Plaza de la Constitución, hoy Jardín Juárez de la ciudad de Cuernavaca.
Algunos alumnos de música del Instituto Literario y Científico del Estado de Morelos pudieron continuar sus estudios en el Conservatorio Nacional de la ciudad de México, gracias a las becas que les proporcionó el gobierno del estado.
Cuando en mayo de 1874 el gobernador sustituto constitucional Miguel Quiñones cambió la capital del estado a la ciudad de Cuautla, para atender algunos asuntos propios de la región, el maestro Cruz Rayado también se trasladó a esa ciudad para establecer un incipiente Conservatorio de Música, el cual le sirvió para fundar otra orquesta en esa ciudad.
Entre 1876 y 1912, el estado de Morelos continuó enviando estudiantes de música al Conservatorio Nacional de Música de la ciudad de México, donde pasaron a estudiar instrumentos de cuerda y de viento y cursando las materias necesarias para su graduación.
Uno de estos alumnos, al graduarse de esa institución regresó a Cuernavaca para formar la banda del gobierno del estado de Morelos. Nos referimos al destacado maestro Don Manuel León Ramírez, quien además pasó a ser el organista de la catedral.
El 27 de julio 1882 nació su hijo, Manuel León Díaz (1882-1940), en una casa de tejas que estaba ubicada en donde posteriormente estaría la Escuela Primaría “Enrique Pestalozzi” en la calle de Morelos. Su hijo aprendió a tocar violín, piano y órgano y a los 7 años ya tocaba con su padre en la catedral.
Más tarde don Manuel fue comisionado por el gobierno para que recorriera el estado de pueblo en pueblo, con el afán de formar bandas en los municipios. Así que realizaba largas jordanas a caballo llevando instrumentos y dando clases de música. Durante estos trayectos don Manuel León iba acompañado por su hijo.
Cabe señalar que para el año de 1903 seguía existiendo en Jojutla la banda “Música de Comercio” (fundada en 1867), pero el número de elementos se había incrementado a 40 y su “patrón y protector” era el señor Celestino Arteaga.
Don Manuel León Ramírez falleció en 1909 y su hijo heredó la Dirección de la Banda del Estado, pero al iniciar la revolución abandonó un poco la música para atender a los heridos en los campos de batalla, sirviendo para la Cruz Blanca. Posteriormente es llamado para ayudar en la formación de bandas militares.
Algunos viejos de Cuernavaca, recordaban que durante la etapa revolucionaria un buen día llegaron a Cuernavaca once batallones del ejército federal para perseguir a los zapatistas. Las bandas de estos batallones tocaron ininterrumpidamente desde las seis de la mañana hasta las once de la noche, seguramente para atemorizar a los alzados. Fue un día inusitado para Cuernavaca, por esta extraordinaria competencia.
Durante la revolución las bandas que había formado don Manuel León padre en diferentes pueblos sirvieron a las fuerzas zapatistas. Se sabe que el 28 de noviembre de 1911, durante la firma del Plan de Ayala en Ayoxuxtla, Puebla, una banda tocó mientras los generales zapatistas pasaban a firmar. Y aún se conservan en esa población los vetustos instrumentos que se tocaron ese día.
Por otra parte, en diciembre de 1914, cuando las fuerzas zapatistas entraron a la ciudad de México, iban acompañados de una banda, como se puede observar en aquella icónica fotografía del Archivo Casassola.
Al término de la revolución surgieron otras bandas como la de don Rodrigo Santamaría en Tlayacapan, o la de “Campesinos Agraristas de Morelos” en 1923, durante el gobierno de José G. Parres, pero esa es otra historia que platicaremos en otra ocasión.
Por: Valentín López G. Aranda valentinlopezga@gmail.com