Como ya he comentado en artículos anteriores, la llegada del ferrocarril a Cuernavaca en 1897, propició el arribo de innumerables viajeros, ya que el tiempo de traslado de la Ciudad de México a Cuernavaca había disminuido considerablemente. En diligencia se tardaban más de 9 horas, ahora podían viajar en menos de 4 horas.

Algunos de estos visitantes dejaron escritas sus experiencias, sus observaciones y los sentimientos que les dejó viajar “…a la más encantadora de las ciudades que México tiene a sus puertas…la pintoresca Cuernavaca”. Algunos no dejaron testimonio escrito, sin embargo, sabemos de ellos por las crónicas que dejaron los periodistas de la época. Es el caso del viaje que realizó en octubre de 1907 Elihu Root (1845-1937), secretario de Estado del presidente Theodore Roosevelt. 

Root era conocido por sus cualidades puritanas de disciplina, su alto sentido de responsabilidad, orgullo y confianza en sí mismo. Se caracterizaba por su profundo conocimiento de las leyes. En 1906 realizó una gira por América Latina para persuadir a los gobiernos de participar en la conferencia de paz en La Haya. De 1910 a 1925 fue presidente de la Fundación Carnegie para la paz internacional y en 1912 fue galardonado con el premio Nobel de la Paz. Entre 1920 y 1921 participó como jurista en la creación de la Corte Permanente de Justicia Internacional, dependiente de la Sociedad de Naciones.

El viaje del Root a Cuernavaca no estaba previsto en la agenda de visita a nuestro país, pero por insinuación del mismo presidente Porfirio Díaz, se convino en arreglar una excursión de reposo. Díaz en realidad quería demostrarle al visitante que el pueblo mexicano no estaba tan reducido a la pobreza como lo habían pintado y que el progreso se estaba dando en todos los rincones del país. Así pues, los vagones presidenciales y los norteamericanos se pusieron en marcha. Root iba acompañado por su hija Edith y una pequeña comitiva. Su esposa Clara Frances Wales se quedó recluida en el castillo de Chapultepec, a causa de la fatiga de las muchas atenciones que habían recibido en la Ciudad de México.  

Durante el camino Root manifestó sentirse encantado por la hermosura de aquel hermoso paisaje montañoso y por las demostraciones de gratitud que se le tributaban a su paso por los diferentes pueblos. 

A la una de la tarde llegó el tren a Cuernavaca y fueron recibidos por el gobernador Manuel Alarcón. Se dispuso en la estación de un recinto decorado para tal ocasión y el orador oficial fue don Miguel Salinas, quien pronunció el discurso de bienvenida. Una comisión de distinguidas damas cuernavacenses se presentó para recibir a la familia del señor Root con ramilletes de flores. Esta comisión estaba encabezada por la señora Eva Escobar de Alarcón, Encarnación M. de Cañas y la señora Rosa King, entre otras.   

Una vez terminada la ceremonia de recepción los viajeros tomaron sus carruajes para conducirlos al Palacio de Cortés. Las calles por donde pasaban los visitantes estaban magníficamente adornadas con flores y letreros de “Bienvenido”

Al llegar al Palacio de Cortés una comitiva de diputados salió a recibirlos para conducirlos directamente a la cámara de diputados, trasformada en ese momento como salón de descanso. Minutos después les anunciaron que la mesa estaba lista, se había dispuesto de un espléndido banquete en el amplio corredor oriente, al que asistieron más de 150 comensales y dos bandas militares amenizaron la comida. 

Al terminar el banquete se dirigieron a la Catedral de Cuernavaca, en donde fueron recibidos por el obispo Francisco Plancarte y Navarrete quien les mostró su amplia colección de piezas arqueológicas. Posteriormente se trasladaron al Jardín Borda y al parque Carmen Romero Rubio (hoy Melchor Ocampo). 

Por la tarde la comitiva regresó a la estación de ferrocarril para tomar el tren que los regresaría a la Ciudad de México. Por las ventanillas los viajeros gozaron de un hermoso espectáculo, era uno de los maravillosos atardeceres cuernavacenses, que anunciaba el fin de la jornada y el término de este histórico viaje.

Por: Juan José Landa Ávila  / opinion@diariodemorelos.com

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp