El 26 de noviembre de 1876, el comandante militar general Inocencio Guerra, destituyó a Francisco Leyva como Gobernador Constitucional del Estado de Morelos (Primer gobernador del estado). Leyva había sido reelecto para un segundo periodo casi tres años antes, este comprendía del 1° de octubre de 1873 al 30 de septiembre de 1877, ya que eran gobiernos de cuatro años. ¿Pero porqué fue destituido antes de concluir su mandato?, enseguida explicaré, en muy poco espacio y en dos entregas cómo ocurrieron los hechos.

Todo inició cuando al finalizar el periodo presidencial de Sebastián Lerdo de Tejada (18721875) este buscó reelegirse por lo que realizó modificaciones en leyes y reglamentos, apoyado por el Poder Legislativo. Al acercarse el fin de su mandato, en otoño de 1875, Lerdo de Tejada solicitó una prórroga, argumentando que extinguiría los focos de rebelión que aún existían en el país. El proyecto de Ley obviamente fue aprobado (sin discusión) por las Cámaras de Diputados y Senadores. Claro que esta era una época en donde el poder se encontraba completamente centralizado en manos del ejecutivo (era el gobierno de un solo hombre, como lo quiere hacer Morena en la actualidad).

Con las modificaciones que se hicieron a la Ley, Lerdo de Tejada tendría poderes de excepción, con los cuales podría contender para la reelección el siguiente año. Esto molestó mucho a los partidarios de Porfirio Díaz, los cuales decidieron tomar las armas para enfrentarse al gobierno. Así fue como en enero de 1876, en la villa de Ajitlán del Distrito de Tuxtepec, el coronel en jefe H. Sarmiento dio a conocer el plan que lleva el nombre de ese distrito, “Plan de Tuxtepec”. En este plan, en su ARTICULO 4º dice: “Serán reconocidos todos los gobiernos de los Estados que se adhieran a este plan. En donde esto no suceda se reconocerá interinamente como Gobernador al que nombre el Jefe de las Armas.

El mismo plan reconoció como general en jefe del Ejército Regenerador al general Porfirio Díaz, el cual se encontraba fuera del país, pues había rentado una casa en Brownsville, Texas. Junto con él se encontraba su compañero de lucha Manuel González.

En el estado de Morelos, el 16 de febrero llegó la noticia de que la ciudad de Oaxaca se encontraba en Estado de Sitio. Asimismo, algunos insurrectos comenzaron a operar en la zona, como Inocencio Guerra, José Teodoro y Román González, quien reunió 40 hombres por el rumbo de Jojutla. Para mayo, Marcos Bravo contaba con 600 hombres por la región que se encuentra entre Izúcar de Matamoros y Cuautla. Estos rebeldes comenzaron a hostigar diversas poblaciones, por ejemplo: el 16 de marzo Cosio Pontones, encabezando a 600 hombres atacó Tetecala, misma que fue defendida por su jefe político Vicente Popoca.

En todo el país comenzaron a aparecer gavillas que apoyaban el Plan de Tuxtepec, como en Tlaxcala y Guanajuato. Meses después, este plan fue reformado por el mismo Porfirio Díaz en su campamento de Palo Blanco. Entre las reformas más importantes estaba la que decía que “Tendría carácter de Ley Suprema la No Relección del Presidente de la República, de los Gobernadores…”, y además desconoce a Don Sebastián Lerdo de Tejada como Presidente de la República.

Ante la difícil situación que se estaba presentando en Morelos, el domingo 2 de abril el jefe político de Cuernavaca, Don Antonio Deheza, dio la orden a la policía para que cuantos hombres estuvieran en las iglesias, fueran sacados para enrolarlos para combatir a los insurrectos. Esta medida, obviamente indignó a los cuernavacenses. Esa misma noche el gobernador Leyva recibió un parte en el que se le informaba que una fuerza de pronunciados había sido vista en el pueblo de Amatitlán, cercano a Cuernavaca. Inmediatamente Deheza envió una fuerza de observación a fin de recorrer el pueblo, misma que regresó una hora después para informar que todo se encontraba en paz.

Al día siguiente arribó a Cuernavaca el jefe político de Yautepec, Pedro Soriano junto con los hombres que tenía a su mando. Buscaba al gobernador Leyva, quien molesto lo recibió, debido a que había abandonado su plaza. Soriano venía a solicitarle 500 hombres bien montados y armados para enfrentar a los insurrectos, pero Leyva se los negó. Soriano, al abandonar la plaza inmediatamente fue tomada por el general M. Iglesias, quien al día siguiente (4 de abril) también ocupó la plaza de Jonacatepec, tomando como prisionero a Don Jacobo Llamas, jefe político de esa población y muriendo en el asalto el comandante de seguridad pública de ese lugar Juan Quiroz.

Mientras esto ocurría en Morelos, en la Ciudad de México el periódico “Siglo XIX” informaba a sus lectores sobre el levantamiento en Morelos y se especulaba que el gobernador Leyva había sido atacado y derrotado.

Continuará…

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