El próximo 16 de noviembre la ciudad de Cuernavaca cumplirá 156 años de haber sido declarada capital del Estado de Morelos, y su designación no estuvo exenta de polémica y conflictos, pues Cuautla y Yautepec también se disputaban ese honor.
Después de que el presidente Don Benito Juárez promulgara el decreto de creación del Estado de Morelos el 17 de abril de 1869, designó al general Pedro Baranda gobernador provisional, quien inmediatamente convocó al pueblo de Morelos a realizar elecciones para elegir gobernador, tres diputados federales y siete diputados locales (uno por cada 20 mil habitantes), los cuales integrarían la primera legislatura Constituyente y Constitucional.
El día 13 de julio se realizaron las elecciones para diputados locales y al día siguiente las de gobernador, en las que participaron como candidatos los generales Porfirio Díaz y Francisco Leyva, resultando ganador éste último. La primera legislatura del naciente estado se instaló en la villa de Yautepec, el 28 de julio, designándola Capital Provisional, por tal motivo se le concedió el título de ciudad, con el nombre de Yautepec de Zaragoza. En esa primera sesión se declararon validas las elecciones y se reconoció el triunfo de Francisco Leyva, citándolo para que tomara posesión como gobernador constitucional el 15 de agosto. los diputados ya discutían sobre cual sería la capital del Estado. Se propuso Yautepec por ser un punto intermedio entre Cuautla y Cuernavaca, principales ciudades del estado. Otra iniciativa era que se alternara la capital, seis meses en Cuernavaca y otros seis meses en Cuautla. Leyva acompañado por el diputado federal Guillermo Prieto tomó posesión de su cargo y señaló que en la designación de la capital ejecutaría la voluntad de los señores legisladores. Los diputados discutieron durante horas sin llegar a ningún acuerdo, así que pidieron la intervención de Guillermo Prieto y del general Baranda.
Yautepec inmediatamente quedó eliminada, por no existir un inmueble adecuado para instalar los poderes y los diputados de Cuautla Don Ignacio de la Peña y Barragán y Don Juan de la Portilla, luchaban ardientemente por que su ciudad llegara a ser la capital, negándose rotundamente a que fuera Cuernavaca.
Como no se ponían de acuerdo, el 16 de agosto, en una sesión extraordinaria, el grupo de mayoría acordó trasladarse provisionalmente a Cuernavaca mientras designaban la capital. Sin dar aviso oficial, a las 3 de la madrugada, el cortejo del gobierno salió rumbo a Cuernavaca. Llegando por la tarde a instalarse en el Palacio de Cortés. El 23 de agosto, Leyva le escribe al presidente Juárez para solicitarle su opinión sobre el complicado asunto de la designación de la capital y le explica que los diputados de minoría están “…trabajando para alborotar los ánimos y enardecer las pasiones del populacho, con el objeto de obtener, por la amenaza y las demostraciones hostiles, lo que por la razón y el derecho no pueden obtener…no se conforman y no quieren ceder a la voluntad de la mayoría…”
Resulta que el diputado Ignacio de la Peña era el administrador de la hacienda azucarera de Santa Inés. Si la capital se establecía en Cuernavaca, tendría que separarse de su cargo en la hacienda, perdiendo la posibilidad de obtener dos sueldos, de ahí su cada vez más renuente actitud para lo que pudiera ser conciliatorio y benéfico para la nueva administración.
De la Peña y De la Portilla, molestos por el traslado del gobierno a Cuernavaca, dejaron de asistir a las sesiones del Congreso. Éste les advirtió que de no presentarse en un término de ocho días serían dados de baja y se llamaría a sus suplentes. Nunca llegaron y finalmente el 16 de noviembre se publicó en el Diario Oficial el decreto No. 19: Artículo único: Es capital del Estado la ciudad de Cuernavaca.
Desde entonces, la ciudad de la eterna primavera es la orgullosa capital morelense.
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