Al iniciar el año de 1924, el presidente de la República era el general Álvaro Obregón y el estado de Morelos estaba siendo gobernado por el Lic. Alfredo Ortega Martínez, quien había tomado posesión el 22 de diciembre del año anterior, designado seguramente por Obregón. El Lic. Ortega era originario de Toluca, Estado de México, y antes de ser gobernador había sido empleado de la Secretaría de Guerra.

Ese año se continuó con la dotación de tierras a los campesinos morelenses, como las que se otorgaron al pueblo de Moyotepec, en el municipio de Villa de Ayala, que era colindante con las haciendas del Hospital y Tenextepango (propiedad de la sucesión de Ignacio de la Torre). Moyotepec contaba en ese entonces con 153 habitantes y se le dotó de 540 hectáreas adicionales a las que ya se les habían dado en 1921.

Otra dotación fue otorgada a los ejidatarios del pueblo de Zacapalco, municipio de Tepalcingo, que tenía 236 habitantes, a los que se les dotó de 1,053 hectáreas de las cuales 150 eran de riego, el resto eran pastizales y cerros que fueron tomados principalmente de la hacienda de Chinameca.

Más dotaciones se dieron en Cuautla, en San Juan Chinameca, en Tetelilla, Tetecala, Jonacatepec, Temixco y Oaxtepec entre otros.

Durante el transcurso del año se detectó la existencia de un gran número de casos de infecciones causadas por nematodos (gusanos), principalmente el ancylostoma que causa: tos, diarrea, fatiga, etc. Por lo que se recomendó lavar y cocer las verduras, así como hervir o filtrar el agua.

Los manantiales de Chapultepec, en el pueblo del mismo nombre, en el municipio de Cuernavaca, fueron declarados propiedad de la nación el 21 de mayo. El agua que nace en este lugar riega las tierras de la hacienda de Atlacomulco, las tierras comunales de Acapantzingo, y de la hacienda de Temixco. Otras aguas que fueron declaradas propiedad de la nación fueron las del río Apatlaco o Xochitepec, conocido también como Río del Pollo.

En diciembre del año anterior, había iniciado en Veracruz la rebelión delahuertista que encabezaba Adolfo de la Huerta, que se había sublevado en contra del presidente Álvaro Obregón. Como consecuencia de dicha rebelión, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión destituyó al gobernador de Morelos, Lic. Alfredo Ortega y a su secretario particular, Lic. Amilcar Magaña, con el argumento de que habían sido impuestos por el general Genovevo de la O, que en ese entonces era el jefe de operaciones en el estado. Se dice que de la O había permitido que los rebeldes delahuertistas se apoderaran de una gran parte del estado. Inclusive en Cuautla cerca de 3,000 hombres comandados por el general Francisco Alarcón se pasaron al bando rebelde dirigido por el general Rómulo Figueroa que intentó apoderarse varias veces de Cuernavaca.

Por lo anterior, el 10 de septiembre, el presidente Álvaro Obregón, promulgó el Decreto con el cual nombraba gobernador de Morelos al zacatecano Ismael Velasco (1889-?), quien había militado en el Ejército Libertador del Sur. Sin embargo, Ismael Velasco no podía tomar posesión debido a que el general de la O se lo impedía, argumentando que el estado estaba cansado de que les impusieran gobernadores que no eran morelenses, “…como si no hubiera personas capaces para gobernarlo”. Debido a la insubordinación del general de la O la Secretaría de Guerra y Marina lo removió, reubicándolo en Tlaxcala el 20 de septiembre. Ese mismo día llegaron a Cuernavaca tres trenes militares con cerca de 600 soldados, dos secciones de ametralladoras y una de artillería. El 22 de septiembre Ismael Velasco pudo tomar posesión como gobernador del estado de Morelos.

Velasco recibió instrucciones para regresar al estado al orden constitucional, es decir que hubiera elecciones para elegir al gobernador, a la cámara de diputados para crear una nueva constitución. Velasco comenzó por reorganizar a los municipios y convocó a elecciones municipales el 4 de octubre, para que dichas elecciones se realizaran el 14 de diciembre.

A finales de este año le quitaron Don Eugenio J. Cañas y a otros terratenientes las concesiones de aguas. Estas acciones se realizaron con la intervención del gobierno federal, a través de la Secretaría de Agricultura y Fomento.

Para el estado de Morelos comenzaba una nueva etapa de reorganización, que sería la base de su desarrollo postrevolucionario.

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