En representación de José Luis Galindo Cortez, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable Morelos, Ariadne Sulidey López Maldonado, directora general de Educación Ambiental y Vinculación Estratégica, acompañó el arranque oficial como centro de acopio de árboles navideños naturales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
En su mensaje, agradeció el apoyo permanente de la Máxima Casa de Estudios por sumarse cada año a esta campaña cuyo objetivo es evitar la contaminación del medio ambiente, taponamientos en alcantarillas, ríos y barrancas y hasta incendios forestales, pues, al ser abandonados en lotes o terrenos, los árboles se convierten en material combustible.
López Maldonado aprovechó para informar que hasta el momento se han recibido 40 arbolitos en los distintos puntos de recepción, por lo que reiteró la invitación a sumarse a este proyecto.
“Los invitamos a ser parte de esta cadena de esfuerzos; a cambio de su arbolito se les entregará un kilo de abono de buena calidad que ayuda a combatir la erosión y enriquece los suelos de sus patios o jardines con los nutrientes necesarios”, comentó.
Al respecto, Pedro Márquez Aguilar, representante del rector de la UAEM, Gustavo Urquiza Beltrán, dijo que “es de vital importancia que toda la comunidad de Morelos se acerque a los puntos de acopio, lleven sus árboles para que en cierta parte se cumpla con su ciclo, cuando se tenga la composta se cumplirá otro objetivo, también invitamos a que vengan y adquieran la composta”.
Héctor Sotelo Nava, titular de la Dirección de Desarrollo Sustentable y responsable del Centro de Compostaje en la Universidad, dijo que cada año se implementa el acopio de árboles una vez que la población cumplió con la tradición en temporada navideña, ahora, les pidió ser responsables para que los pinos reciban la disposición final adecuada.
Asimismo, el funcionario universitario hizo entrega de 100 litros de aceite vegetal de cocina que se generó en los establecimientos de comida de la UAEM.
Con ello, se sumó al Programa Zayta de recolección de este residuo, el cual es coordinado en conjunto con el Club de Rotarios, para evitar la contaminación de cuerpos de agua y convertirlo en alimento para perros y gatos, como parte de la economía circular.