Cuernavaca.- En recorrido por las calles del primer cuadro de la capital se puede observar la magnitud del ambulantaje; en las gráficas se puede apreciar cómo ha crecido la cantidad de puestos del comercio informal. 

En algunas calles, como Degollado desde la esquina de avenida Morelos, es imposible caminar por las banquetas, ya que los puestos se montan sobre ella; de entrada el espacio para caminar es de 50 centímetros de ancho, con la invasión de puestos, las personas se tienen que bajar al ‘arroyo vehicular’ donde exponen la vida.

En descenso por Degollado, llega uno hasta Matamoros, donde ocurre lo mismo; y ya para rematar, frente al Palacio de Cortés: bulevar Juárez esquina con Hidalgo, esta convertido en tianguis.

Por: Redacción DDM

local@diariodemorelos.com

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