Desde México, Puebla, Hidalgo recorremos las calles, los monumentos más emblemáticos, conocemos y hablamos con la gente originaria del lugar, con sus costumbres; así resultan ser las obras del culminante escritor mexicano, Carlos Fuentes.
Nació el 11 de noviembre del 1928. Escribió más de 50 libros con un protagonista principal, la ciudad de México, algo que podemos ver en su primera obra ‘La región más transparente’, título que tomó de Alexander Von Humbolt al mencionar: “Viajero: has llegado a la región más transparente del aire”, para referirse al valle de Anáhuac.
Escribía a mano 6 horas al día, con ideas vagas de lo que escribiría, leía 4 horas pues como Oscar Wilde él creía que el arte de escribir era 10% inspiración y 90 % transpiración.
Carlos Fuentes describió un México multifacético, vestido de fiesta, tocando temas políticos como su obra cumbre ‘La muerte de Artemio Cruz’ con una enorme solidez narrativa, la obra es una reflexión del mismo autor sobre el México sumergido en ese entonces por la Revolución Mexicana, Fuentes no sólo reflexiona y apunta a la Revolución se vincula con amargura a cuestiones universales del ser humano como la soledad, el poder y el desamor.
El célebre escritor invadió todos los géneros literarios y con mucho misterio fue acogida por los lectores su novela más corta y brillante de la narrativa mexicana, ‘Aura’ es la historia de un historiador que encuentra en el periódico un anuncio de trabajo bien pagado, la novela nos habla directamente a los lectores, creando una conexión que nos mantiene alertas hasta el final, tratando de desenredar los tiempos, al final de la novela Aura nos habla, y nosotros la conocemos, la aceptamos.
Uno de sus últimos libros fue la obra ya conocida ‘La silla del águila’ título que hace alusión a la silla presidencial, esta trama fue propuesto por su amigo el ex presidente estadounidense Bill Clinton, que le propuso hacer una novela en la que el presidente muriera durante su sexenio.
Fuentes decide nuevamente cambiar su manera de narrar y de introducirnos a una realidad lejana, esta vez con un libro epistolar que facilita la presencia de más voces en el discurso. Se publicó en el 2003; sin embargo, desarrolla su argumento en una visión futurista del México del año 2020 con sus problemas políticos y sociales, nacionales e internacionales.
Merecedor de 30 doctorados Honoris Causa, “todos estos reconocimientos son para mi país, para la cultura de México.”
Mencionó agradecido Carlos Fuentes en una entrevista dos años antes de morir.
Carlos nos ha regalado y heredado novelas que son debatibles y temas de reflexión; sin duda su legado permanecerá en la cultura mexicana por largo tiempo, como un recuerdo del México que fue en la Revolución y sobre todo un México con Carlos Fuentes.