Con­cluye Con­greso de Diseño

El Con­greso Inter­na­cio­nal de Diseño Conec­tando Fron­te­ras, Sen­ti­dos y Sabe­res con­cluyó des­pués de tres días de acti­vi­da­des que se lle­va­ron a cabo en el Cine More­los y en el Cen­tro Cul­tu­ral Jar­dín Borda. En este encuen­tro par­ti­ci­pa­ron estu­dian­tes, espe­cia­lis­tas y colec­ti­vos que com­par­tie­ron expe­rien­cias sobre el papel del diseño en ámbi­tos cul­tu­ra­les, socia­les y crea­ti­vos.

La direc­tora de la Facul­tad de Diseño de la Uni­ver­si­dad Autó­noma del Estado de More­los (UAEM), Bianca Farías Bahena, informó que esta edi­ción amplió la pers­pec­tiva aca­dé­mica al inte­grar temas como migra­ción, narra­ti­vas en len­guas ori­gi­na­rias, ilus­tra­ción, diseño cir­cu­lar y pro­duc­ción edi­to­rial, ade­más de pro­yec­tos que vin­cu­lan el tra­bajo uni­ver­si­ta­rio con diver­sas comu­ni­da­des.

Explicó que la jor­nada incluyó con­fe­ren­cias, talle­res y mues­tras, entre ellas la pre­sen­ta­ción de tra­ba­jos de la Espe­cia­li­dad en Diseño Edi­to­rial dedi­ca­dos al fomento de la lec­tura, la pre­sen­ta­ción de un libro en la Sala Manuel M. Ponce y talle­res orga­ni­za­dos en el Cen­tro Comu­ni­ta­rio Los Cho­co­la­tes.

Farías Bahena señaló que el con­greso reu­nió en pro­me­dio a qui­nien­tos cin­cuenta estu­dian­tes por acti­vi­dad, quie­nes refor­za­ron su apren­di­zaje al inte­rac­tuar con pro­fe­sio­na­les que desala rro­llan pro­yec­tos en ilus­tra­ción, diseño de cal­zado y diseño cir­cu­lar, de modo que estos inter­cam­bios for­ta­le­cen los con­te­ni­dos aca­dé­mi­cos y per­mi­ten una mayor vin­cu­la­ción con el campo pro­fe­sio­nal.

Aña­dió que el encuen­tro evo­lu­cionó de su for­mato ori­gi­nal como Fes­ti­val de Diseño hasta con­ver­tirse en un con­greso inter­na­cio­nal gra­cias a la pre­sen­cia de ponen­tes de España, Por­tu­gal y Perú, lo que impulsó la crea­ción de acti­vi­da­des cul­tu­ra­les y la amplia­ción de sedes.

La direc­tora des­tacó que la Facul­tad de Diseño cuenta actual­mente con una matrí­cula de qui­nien­tos setenta y cua­tro estu­dian­tes de licen­cia­tura y cua­renta de pos­grado, lo que repre­senta un cre­ci­miento de cin­cuenta y seis por ciento en dos años por­que la comu­ni­dad reco­noce el tra­bajo aca­dé­mico que rea­liza la ins­ti­tu­ción.