La Iglesia católica inició hoy el Año Litúrgico 2025-2026 con la celebración del primer domingo de Adviento, periodo que marca el comienzo de cuatro semanas de preparación espiritual previas a la Navidad. En la Catedral de Cuernavaca se encendió la primera vela morada de la corona de Adviento, acto que simboliza el inicio de un tiempo que la Iglesia describe como espera, esperanza y disposición para recibir el nacimiento de Cristo.
El obispo Ramón Castro Castro explicó a los fieles el significado de este periodo y llamó a vivirlo con reflexión. Señaló que el Adviento invita a preparar el corazón, renovar la vida espiritual y mantener una actitud vigilante ante la presencia de Dios. Añadió que no representa un simple preámbulo a la Navidad, sino un tiempo de gracia en el que, dijo, Dios busca despertar a las personas de la rutina. Durante su mensaje pidió a la comunidad evitar distracciones provocadas por el ruido, la prisa o el consumismo propio de estas fechas. Indicó que la Iglesia alienta a meditar y a mirar más allá de lo inmediato para comprender lo que Dios solicita a cada creyente. Destacó que estos cuatro domingos ofrecen la oportunidad de iniciar un camino de renovación espiritual y de mantener encendida la luz de la fe.
El obispo recordó que el Adviento concluye cada año en la víspera de Navidad y señaló que la invitación central es vivir este periodo con serenidad y responsabilidad. En su exhortación final pidió evitar excesos, miedos o despreocupación, y llamó a mantenerse atentos y prevenidos en la gracia de Dios como preparación para la celebración del nacimiento de Cristo el próximo 24 de diciembre.
