SLIM…Como si queriendo, el magnate mexicano de mayor trascendencia mundial, Carlos Slim, salió a la palestra para hacer recomendaciones “a Chana y Juana para que lo entendiera Pentini”… Sin que nadie lo esperara, el potentado Slim hizo una recomendación de transcendencia internacional para que los gobiernos y empresarios de Estados Unidos y Canadá no volteen sus ojos hacia China, ya que requieren más y mejores relaciones comerciales con México… Este mensaje de uno de los hombres más poderosos del mundo, financiera y económicamente interpreta de forma adecuada lo que deben entender el Gobierno, los gobernantes y los empresarios mexicanos, por cuanto a voltear hacia los mercados de Canadá, Estados Unidos y no por gustos, conveniencias o inclinaciones políticas personales llevarnos hacia los mercados y productos procedentes de China, lo cual parece difícil de cambiar en estos tiempos de la Cuarta Transformación cuando la apertura gubernamental de Andrés Manuel López Obrador está de plácemes y con los brazos abiertos por la multiplicidad comercial de todo lo incuantificable que procede, como producción por cientos de miles de millones de dólares, del País Oriental, para que sus mercaderías de todo tipo se encuentren esparcidas entre todo el comercio mexicano… Ojalá que la voz de Carlos Slim sea escuchada por el primer mandatario, a sabiendas de que en el marco de la globalización del mercado mundial, México debe cuidar sus relaciones comerciales con los dos países de Norte América para proteger a las decenas de millones de mexicanos que transitan, viven y trabajan tanto en Estados Unidos como en Canadá… ¡Mucho cuidado con esas relaciones internacionales que, en los actuales tiempos, deben ser con los países que convergen, proceda y convenga, por los compromisos que se tengan que cumplir y respetar...!¡ Por ello el tema de los migrantes es vital, para su debida protección! ¡Esto no lo dijo Slim pero aquí se lo dejo a AMLO!
¡SOMOS UN CHIN…! Aun cuando se advertía y sabía la pronta sobrepoblación de nuestra pequeña Tierra que no es más que una piedra o planeta flotante en el espacio, ahora ocho mil millones de seres humanos, cantidad numeral que se escribe: 8,000,000,000 de habitantes ya estamos aquí, lo cual no deja de sorprendernos porque numéricamente esta cifra es cuantificada y seguida por la Organización de las Naciones Unidas y se da como confirmada… Es más, para el momento en que usted lea esta Columna, la cantidad referida debe estar rebasada por varios millones de habitantes, como consecuencia de las imparables máquinas reproductivas que somos los humanos por nuestras relaciones sexuales entre hombres y mujeres, para que los primeros fertilicemos los vientres de ellas y como consecuencia vengan las nuevas personas vivientes… Vale la pena recordar que según datos de la ONU, cada minuto nacen 300 bebés, lo cual significa que cada hora tenemos 18 mil que multiplicados por 24 horas suman 432 millones a diario y al año habrá 157 millones 680 mil… ¡Ahí cada quien saque las otras cuentas…! Numéricamente el dato puede causar sarcasmos, chascarrillos, sonrisas y hasta carcajadas, pero vista la circunstancias de tanta progenie, ello atrae las preocupaciones más allá de lo familiar que puede tener cierta importancia, pero en el contexto mundial las verdaderas angustias son geométricas por las necesidades elementales para satisfacer el abastecimiento de alimentos, vestuario, calzado y servicios elementales como lo son: agua, salud, electricidad, vivienda, transportación, educación, comunicación, cultura y quien sabe cuántos más… Como se puede advertir, la problemática para mantener en tranquilidad a la población mundial no es nada fácil y mucho menos, cuando en el espacio terrestre las enfermedades nos agobian por millones con gente famélica entre niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos cuya cantidad está calculada en la preocupante cifra de los 828 millones en el mundo… Junto a ello, no se deben olvidar los graves problemas de epidemias, las pandemias y lo peor las múltiples inconformidades sociales que dan paso a los levantamientos y revoluciones que se viven en diversos países, junto con las ambiciones del poder que propician guerras entre naciones con los advertimientos y amenazas de una hecatombe mundial… ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!

Por: Pablo Rubén Villalobos

/pablorubenvillalobosh@hotmail.com

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