Preguntas Ingenuas: ¿Percances u homicidios..? Entre los años referidos de 1913 al 2018, México se ha visto envuelto en la tortuosidad del escándalo por los personajes de gran presencia pública, cuya resonancia por haber muerto asesinados o “accidentalmente” lo fue por su participación pública y política, lo cual se ha dado lo largo y ancho del País… Arrancamos en el año de 1913, cuando el dipsómano dictador Victoriano Huerta ordenó la muerte que cumplieron sus sicarios en los muros traseros de la entonces tétrica Penitenciaría de Lecumberri, donde el vicepresidente de la República José María Pino Suárez  y el presidente del País Francisco Indalecio Madero fueron sacrificados, tras ser presionados para firmar ambos la renuncia a sus respectivos puestos ganados electoral y democráticamente, olvidando tal vez que sí podían, pero no debían renunciar, porque fueron electos por el pueblo y los puestos de elección de cualesquiera nivel público, “no son renunciables”, por lo cual, los asesinados dejaron de ser héroes para convertirse sólo en mártires… En la secuencia de otros asesinatos por el estilo, recordamos el de Emiliano Zapata en 1919, cuya ejecución fue ordenada por el presidente en turno Venustiano Carranza a su secretario de Guerra y Marina Pablo González, quien transmitió tal orden que con engaño y traición cumplió Jesús Guajardo el 10 de abril en la Hacienda de Chinameca… A su vez, el presidente Carranza pagó con su vida, pues fue mandado asesinar por el también presidente Álvaro Obregón en Tlaxcalaltongo, Puebla… Posteriormente, el mismo Mandatario ordenó el homicidio de Doroteo Arango -Francisco Villa-, el 20 de julio 1923 en Parral, Chihuahua… Más tarde, Francisco R. Serrano pretendió ser candidato a la Presidencia de la República, contra la voluntad de Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón, por lo cual tras salir de Cuernavaca, pagó su osadía siendo asesinado en la llamada “Matanza de Huitzilac”, junto con sus trece acompañantes que ahí fueron ultimados, a la altura de Fierro de Toro, por Tres Marías, el 3 de octubre de 1927… Pronto, Obregón siendo presidente, también pagaría con su vida por encargo de Plutarco Elías Calles, en el Restaurante “La Bombilla” ubicado en San Ángel, al Sur de la Ciudad de México, el 17 de julio de 1928… … Pasaron muchos años para que hubiera otros magnicidios, esto es el asesinato de grandes personajes… Fue hasta el sexenio de Adolfo López Mateos, cuando fue asesinado en la Zona Arqueológica de Xochicalco, Morelos, el luchador social Rubén Jaramillo, luego de ser sacado de su casa en Tlaquiltenango por elementos del Ejército, la madrugada del 23 de mayo de 1962, y junto con su familia, entre ellos su Esposa embarazada, fueron exterminados… En el curso de los siguientes años, otro homicidio “por accidente” aéreo le costó la vida en vuelo de avión de México a Monterrey, al tabasqueño Carlos Alberto Madrazo, serio aspirante a la sucesión presidencial, quien se le indisciplinó al presidente Gustavo Díaz Ordaz; en tal accidente perdieron la vida decenas de pasajeros, entre quienes iba el famoso tenista mexicano  Rafael “El Pelón” Osuna Herrera… Luego llegó como mandatario nacional Luis Echeverría Álvarez, en cuyo tiempo fueron muertos entre otros, primero el gobernador del Estado de Guerrero Caritino Maldonado Pérez, en vuelo de helicóptero de Toluca a Chilpancingo, cuando iba acompañado por los titulares de los poderes Legislativo y Judicial de ese Estado, por lo cual, los guerrerenses se quedaron sin gobernanza el 17 de abril de 1971… En el mismo sexenio fueron ultimados por las fuerzas militares dos rebeldes, quienes armaron sus propios ejércitos en la Sierra de Guerrero; uno el aguerrido Genaro Vázquez Rojas, abatido el 2 de febrero de 1972, quien entre otras cuestiones, secuestró al entonces candidato a gobernador de ese estado Rubén Figueroa Figueroa, por lo cual, caro y con su vida pagó tal osadía… Después, en vuelo con todos los pasajeros del avión, perdió la vida Alfredo Vladimir Bonfil, el 28 de enero de 1973; este líder campesino era también aspirante a candidato presidencial, pero se adelantó en sus aspiraciones y rompió la llamada “disciplina institucional” ante Echeverría…  Posteriormente el 2 de diciembre de 1974, fue ultimado Lucio Cabañas, el otro cabecilla guerrillero… (Continuará)… ¡Hasta mañana que será un día más..!

 

Por: Pablo Rubén Villalobos  

pablorubenvillalobosh@hotmail.com

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