La tradicional Feria de Tlaltenango está cumpliendo más de 300 años de celebrarse, pues está dirigida a la Virgen de la Natividad o la Virgen de los Milagros.
La ciudad capitalina, Cuernavaca, está llena de ambiente por sus actividades recreativas y culturales, además, su gente siempre participativa ayuda a crear un clima cálido y armonioso.
Ahora, como parte de tradición y festejos, se celebra la Feria de Tlaltenango, un evento cultural que tiene gran importancia para el Estado de Morelos.
Fundación de Tlaltenango
De acuerdo a “Nuestra Señora de los Milagros de Tlaltenango” una redacción impresa por primera vez en 1950 pero restaurada por el Sr. Cura Benjamín Ayala López, Tlaltenango es una ciudad de Cuernavaca que en la época de la colonia solo era un pueblo pequeño de la antigua Cuauhnáhuac, mismo que tenía el nombre de Zacanco Tultenango.
Durante la llegada de Hernán Cortés en 1521 a Cuernavaca (Cuauhnáhuac en ese entonces), encontró el pueblo indígena de Zacanco para establecer el primer ingenio azucarero. A este lugar le llevó un sacerdote para incrustar la fe católica y así fundar “San Jerónimo Zacango”, después, lo cambiaron a “Zacango Tlaltenango”, para que posteriormente quedara establecido “Tlaltenango”.
¿Cómo se originó la Feria de Tlaltenango?
Según cuenta la leyenda, la celebración que se sigue haciendo al día de hoy en Tlaltenango, surgió un 30 de agosto de 1720. Pues a finales del mes de mayo, dos personas de presencia agradable aparentemente de Guerrero, llegaron a este lugar con un misterioso arcón asegurado con cerraduras. Descansaron en una hospedería reconocida del sitio, donde la encargada conocida como Doña Agustina, los acogió.
Después de haber descansado, los huéspedes pidieron a Doña Agustina aguardar su arcón hasta el regreso de ellos, sin embargo, pasaron días y no volvieron.
En un momento, Doña Agustina escuchó música celestial y miró destellos que salían del misterioso arcón, por lo que invitó a Fray Pedro de Aranda a inspeccionar junto al Alcalde de la ciudad.
Al abrir el famoso arcón y a la vista de todos apareció una virgencita acostada, en una acojinada felpa y nívea seda de ribete buriel y azul.
El 30 de agosto de 1720, la imagen que encontraron fue llevada al templo dedicado al patriarca San José, donde después se construiría el Santuario de Tlaltenango, mismo que al día de hoy sigue dedicado a “La Virgen de los Milagros”, por decisión del pueblo.
¿Qué encontramos durante la estancia de la Feria de Tlaltenango?
Desde el 30 de agosto al 8 de septiembre que dura la feria, (Este año 2022 inició el primero de septiembre y terminará el 11) puedes encontrarte con variedad de puestos establecidos en la avenida Emiliano Zapata, en Tlaltenango. Venden variedad de comida y artesanías para recibir a turistas de todos lados de Morelos.
Las costumbres entorno a la “Virgen de los Milagros” por parte de los feligreses han llamado la atención también a personas fuera del estado, especialmente de la Ciudad de México, Iztapalapa. Estos peregrinos viajan para estar unos días en la feria, principalmente en las actividades que realiza la Iglesia de Tlaltenango, como popularmente es conocida.
Es de mencionarse que la feria es tan importante para los nativos y familias de Tlaltenango, que muchos hospedan a los peregrinos desde hace años.
Esta tradición de Cuernavaca, ha generado desde años diversas opiniones. Algunos ciudadanos se quejan por el tráfico que se genera por el cierre de una de las avenidas principales de la ciudad capitalina. Otros, dicen que la tradición seguirá por muchos años más por el valor simbólico y cultural que representa La Feria de Tlaltenango.