Un jurado investigador federal acusó formalmente al boxeador Félix Verdejo Sánchez y a Luis Antonio Cádiz Martínez por la muerte de Keishla Rodríguez Ortiz.

Félix Verdejo y Cádiz Martínez enfrentan cargos por robo de automóvil y secuestro que resultó en la muerte de la mujer, que estaba embarazada.

Verdejo además enfrenta otro cargo por portar y usar un arma de fuego durante la presunta comisión del delito.

El Diamante Verdejo enfrentaría la pena de muerte luego de que un testigo presencial señalara que el púgil golpeó, maniató y drogó a Keishla Marlén Rodríguez Ortiz, de 27 años y quien esperaba un hijo producto de su relación extramarital con el peleador. 

El implicado añadió que Félix Verdejo condujo a Keishla Rodríguez a un puente en la periferia de San Juan, desde donde arrojó el cuerpo no sin antes dispararle con un arma de fuego.

El cadáver fue localizado en un lago y fue reconocido por sus registros dentales. Verdejo enfrenta cargos como secuestro, robo de auto con resultado de muerte y matar a un infante no nacido, además de la portación de un arma de fuego para cometer un crimen.

Según el pliego acusatorio, los acusados mataron intencionalmente a la víctima y “cometieron el delito de una manera especialmente atroz, cruel o depravada, ya que implicó abuso físico grave a la víctima”.

Además, señalan que los hechos ocurrieron después “de una planificación y premeditación sustanciales para causar la muerte de la víctima”. La acusación indica que “Verdejo Sánchez concretó la comisión del delito mediante pago o promesa de pago o cualquier cosa de valor pecuniario”. Mientras que Cádiz Martínez habría cometido la infracción como “contraprestación por el recibo, o a la espera de la recepción de cualquier cosa de valor pecuniario”.

Al momento de la acusación, Félix Verdejo estaba en la cárcel. Cádiz Martínez fue arrestado e ingresó en prisión. La audiencia de fianza del caso está programada para el martes 11 de mayo.

El cadáver de Rodríguez fue hallado el 1 de mayo flotando en la laguna San José, ubicada en el municipio de San Juan, en el norte de Puerto Rico. Al día siguiente, el boxeador se entregó a las autoridades federales luego de emitirse una orden de arresto en su contra por una denuncia presentada por el FBI.

Según los documentos presentados a la corte del distrito de Puerto Rico, la Fiscalía y el jurado investigador tenían suficiente evidencia para presentar cargos contra Félix Verdejo.

"Lo que quiero es justicia para Keishla. Estamos pasando por un dolor que Tony y yo nunca imaginamos", dijo Keila Ortiz, madre de la víctima.

Por su parte, José Antonio Ortiz, padre de Keishla, se dijo en contra de la pena de muerte.  "Eso no me resuelve nada. Lo hecho, hecho está. Que recuerde todos los días quién era mi hija", sentenció para WAPA TV. 

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