Una familia se preparaba para dar el último adiós a una pequeña en la localidad de Minga Guazú, Paraguay, dado que la bebé había nacido prematura de acuerdo con los médicos que atendieron el parto y que después dieran la hoja de defunción de la niña.

Todo parecía seguir el curso normal en una situación que parecia triste, pues de acuerdo con el padre de la bebé, Ignacio Medinca, nadie de la familia vió algo raro en el aparentemente cuerpo inerte de la bebé que sería llevado al cementerio.

“La llevamos a la casa de mi mamá y la estábamos velando", comentó el padre de la niña.”

Fue ya en el funeral que un familiar se dío cuenta que la bebé “muerta” movía la cabeza, hecho que llenó de esperanza a los presentes.

“Después nos fuimos a mirar y su corazoncito estaba latiendo", dijo el joven que llevó de inmediato a la bebé al hospital.

¿Qué causó que le pasara esto a la bebé?

Federico Schrodel, director del Hospital Regional de Ciudad del Este y Pabo Lemir, director de Medicina Forense del Ministerio Público, comentaron que podría tratarse de un caso de catalepsia, estado biológico en el que el cuerpo queda inmovil en aparente estado de muerte, desapareciendo cualquier signo vital.

De acuerdo con el especialista, la probalidad de un caso de este tipo es de uno en cada cinco millones de nacimientos.

La joven mamá de 21 años, tuvo complicaciones al momento del alumbramiento, pues tuvo un parto temprano con apenas siete meses de gestación.

"No hay latidos cardíacos, no hay respiración, el cuerpo está flácido, palidez, toma color azulado o violáceo y normalmente se resuelve de manera espontánea e inexplicables", explicó el medio paraguayo.

Sin duda, un caso extraordinario que para algunos es un milagro y para otros una jugada del destino que termina con un final feliz.

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