A Jonás, uno de los profetas del Antiguo Testamento, se lo tragó una ballena y lo devolvió vivo en tierra firme. Lo mismo le sucedió a Geppetto, el padre de Pinocho y en la película Aquaman hace referencia a esto, cuando el héroe se esconde en la boca de una ballena para poder escapar.

Hasta ahora, todo eran leyendas y ficción, pero el buzo sudafricano Rainer Schimpf, encargado de tours turísticos en Ciudad del Cabo ha vivido esta historia en sus propias carnes.

El sudafricano se encontraba en Port Elizabeth, zona turística de la capital sudafricana, con un grupo organizado para documentar distintas especies marinas, entre ellas, la migración de la sardina que tiene lugar en el sur de África desde mayo hasta julio.

Según contó el propio Schimpf a la agencia de noticias británicas Barcoft TV, estaba tomando una fotografía de un tiburón cuando empezó a sentir presión y todo se quedó oscuro. "Supe al instante que una ballena me había atrapado. Sentí una presión en mi cadera, pero no tienes tiempo para tener miedo, tienes que utilizar tu instinto", detalla.

El sudafricano señala que sabía que las ballenas no "devoran hombres", así que solo pensó en salir de allí. "Contuve el aliento pensando en que iba a sumergirse y liberarme en las profundidades del océano", detalla en su entrevista. Finalmente, la ballena, acabó liberándole en una playa cercana. Para él buzo, la experiencia ha sido curiosa, pero no la repetiría. "Fue una experiencia interesante, me da una conexión con la ballena que no creo que nadie haya tenido".

Con información de DailyMail

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