Falleció uno de los personajes más icónicos del futbol mundial: César Luís Menotti.

El “Flaco”, como era apodado, fue un jugador de futbol de mediana jerarquía en su natal Argentina. Tuvo un breve paso por la selección albiceleste, aunque sus mejores tiempos los vivió como director técnico.

Tras un exitoso paso con el Huracán, a quien contribuyó a sacar campeón y eso lo catapultó para dirigir a la selección nacional con miras al Mundial 78, a celebrarse precisamente en su país.

En ese proceso, encontró que el equipo pampero, en todas sus categorías, estaba empeñado en ganar a cualquier precio.

La trampa, la chapuza, el truco y todo género de actitudes antideportivas, eran la divisa de sus representativos.

Lo primero que intentó Menotti fue buscar un perfil del futbolista que se adaptara a su estilo de ver y comprender el juego.

Con ello, tuvo que soportar las críticas de la prensa que exigía la convocatoria de algunos elementos de esos considerados “vacas sagradas” o “cancheros”.

El tiempo le dio la razón. Argentina empezó a jugar al futbol de manera propositiva, ofensiva y lejos de la especulación.

Llegó el Mundial de Argentina 78 y la efervescencia futbolera sólo tenía parangón con la política.

Un golpe de estado perpetrado por los militares, muy acorde a la época de esos regímenes dictatoriales en el Cono Sur, permitió que una junta de gobierno encabezada por el general Jorge Videla, se hiciera con el poder.

La leyenda negra en torno al Mundial fue que esa Junta Militar exigiera, a cualquier precio, que se ganara el Mundial.

Para recordar es aquel partido ante Perú, en las fases definitivas, donde los incas parecían dejar pasar a sus rivales, fabricando de esa manera el marcador de escándalo que le permitiría a Argentina seguir adelante.

Finalmente se logró la coronación, pero la mancha quedó indeleble.

El “Flaco” puso su nombre en la historia y luego dirigió muchos equipos, con más pena que gloria.

En el año 1991 fue contratado como entrenador de la selección mexicana.

Llega al lugar correcto en el momento equivocado.

En aquel tiempo, la guerra declarada entre Televisa e Imevisión, hoy Televisión Azteca, lo privó de la posibilidad de hacer huesos viejos en el banco tricolor.

Francisco Ibarra y Emilio Maurer le habían ganado la presidencia de la FEMEXFUT al candidato oficialista, Enrique Borja y eso, la empresa de Chapultepec 18, jamás lo perdonó.

Sin embargo, dotó al futbolista de una personalidad diferente, revaluando al elemento que puede y debe vestir la casaca nacional.

La mejor etapa de Menotti fue, indudablemente, como escritor y comentarista.

Su manejo del idioma, una cultura general muy por encima de la media y un aura de sabiduría, lo hacían adueñarse de cualquier foro.

Por supuesto que hablamos de un inmortal, un tipo directo y honesto, un ganador al que sólo venció su adicción al cigarro y que nos ha privado de seguir escuchando a…un poeta.

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