Francia da un paso histórico al blindar el derecho al aborto en su Constitución, marcando de igual forma la lucha feminista a nivel internacional. Hoy, las dos cámaras del Parlamento se reunieron en una sesión conjunta extraordinaria en el palacio de Versalles para oficializar esta decisión trascendental.
El presidente Emmanuel Macron ha convocado a los 925 diputados y senadores para este evento, en el que se ha incluido el derecho al aborto en la Carta Magna. La enmienda constitucional requiere una mayoría de tres quintos de los parlamentarios, un umbral que ya ha sido garantizado con amplio margen en votaciones previas tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado.
La sesión se desarrolló en el majestuoso hemiciclo del palacio de Versalles, una sala suntuosa con numerosas referencias monárquicas que ha sido testigo de todas las revisiones constitucionales desde el inicio de la V República en 1958. Este acto es un reconocimiento a la importancia histórica de la medida.
La interrupción voluntaria del embarazo ha sido legal en Francia desde 1975, gracias a la llamada "ley Simone Veil", durante la presidencia de Valéry Giscard d'Estaing. Sin embargo, esta modificación constitucional busca blindar este derecho de forma permanente, dificultando cualquier intento futuro de revocarlo.
El texto añadido al artículo 34 de la Constitución establece claramente que "la ley determina las condiciones en las cuales se ejerce la libertad garantizada a la mujer de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo". Esta medida protege el derecho al aborto y fortalece los cimientos del estado de derecho en Francia.
Es un momento histórico que refleja el compromiso del país con los derechos reproductivos y la igualdad de género.