Un equipo médico del Centro Médico Ronald Reagan de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha realizado con éxito el primer trasplante de vejiga en un ser humano, marcando un antes y un después en la historia de la medicina moderna. El procedimiento fue realizado el pasado 4 de mayo y es resultado de más de una década de trabajo colaborativo entre especialistas de la UCLA y de la Universidad del Sur de California (USC).
El receptor de este trasplante pionero es Oscar Larrainzar, un hombre de 53 años que había perdido su vejiga tras enfrentar un agresivo cáncer y que desde entonces vivía con complicaciones severas, entre ellas la dependencia total de una sonda urinaria. Además, a Larrainzar se le habían extirpado ambos riñones, lo que lo obligaba a someterse a diálisis periódicas.
Durante la cirugía, que se extendió por cerca de 10 horas, los médicos conectaron cuidadosamente la vejiga donada a la uretra del paciente y al sistema urinario restante. El órgano fue proporcionado por un donante fallecido, y la intervención incluyó un riguroso proceso de reconexión vascular y nerviosa para garantizar su funcionalidad a largo plazo. El equipo también adaptó terapias inmunosupresoras para evitar el rechazo del órgano.
Según explicaron los médicos a medios internacionales, hasta ahora los pacientes con vejigas no funcionales eran tratados con reconstrucciones hechas a partir de segmentos intestinales, un procedimiento que no solo es complejo, sino que conlleva múltiples riesgos, como infecciones urinarias crónicas, desequilibrios metabólicos y deterioro renal.
La nueva técnica ofrece una alternativa radicalmente distinta y más prometedora, ya que implica trasplantar un órgano completo y funcional, con mejores perspectivas para la calidad de vida del paciente.
Los expertos aseguran que el éxito de esta intervención abre la puerta a una nueva era en la urología y la cirugía de trasplantes. Aunque es necesario seguir monitoreando la evolución del paciente a largo plazo, los resultados iniciales son alentadores: a dos semanas del procedimiento, la vejiga trasplantada ya está funcionando de manera estable y sin signos de rechazo.
Los médicos señalaron que aún queda camino por recorrer antes de que este tipo de trasplante pueda ofrecerse de forma generalizada, ya que se trata de una operación extremadamente compleja que requiere recursos especializados y un seguimiento médico estricto. Sin embargo, confían en que con más investigación y apoyo institucional, este tipo de trasplantes podría convertirse en una opción viable para miles de personas en todo el mundo.
Este avance representa no solo una innovación médica, sino también una nueva esperanza para pacientes con vejigas dañadas o ausentes, que hasta ahora contaban con opciones terapéuticas limitadas y de alto riesgo.

 

junio  2025  - CDI Morelos

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