Si la clave para llevar a prisión a los responsables del asesinato del secretario del Ayuntamiento de Huitzilac, Alejandro Mancilla Cueto, es el video de las cámaras de la propia Comuna que captaron el momento del homicidio, se están tardando. Resultó que los videos de las cámaras del Palacio Municipal y lugares colindantes desaparecieron “misteriosamente”, pero no así las cámaras de comercios ubicados en la misma área que habrían identificado a el o a los sicarios que asesinaron al funcionario. Algo tan simple que no tiene por qué ser mediáticamente enredado.
Ejecutado Mancilla el martes anterior, pocas horas después trascendió que las imágenes del homicidio “se extraviaron”, pero enseguida el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Morelos, Miguel Ángel Urrutia Lozano, salió a informar que hay cámaras de negocios que registraron escenas de la ejecución del funcionario. Esto último planteó la posibilidad de que este caso no quede impune, como ha sucedido en numerosas ocasiones en Huitzilac.
El alud de notas en medios de información y comentarios de la calle aturdió a la gente. Las primeras versiones indicaron el hecho: un ataque armado, y el lugar: las afueras del Palacio Municipal. Luego el secretario Urrutia Lozano reveló que están “extraviadas” las imágenes de la videocámara de seguridad instaladas en el Palacio Municipal, a unos pasos de donde Mancilla fue asesinado, pero aclaró: “ya estamos recopilando imágenes de los hechos de otros puntos del centro de Huitzilac”, sobre todo de negocios ubicados en la misma calle Lázaro Cárdenas.
Frente al enésimo episodio criminal, el alcalde César Dávila Díaz se limita a reconocer que la escalada de violencia “supera las capacidades del gobierno municipal”. Pero no dice lo que el pueblo dice: que si no puede, que renuncie. Lo cual aplica a muchos funcionarios que no funcionan.
No es la primera vez que este municipio ubicado en el norte de Cuernavaca es sacudido por la violencia del crimen organizado. La noche del lunes 13 de enero pasado un ataque armado dejó sin vida a cinco personas que promediaron 43 años de edad, identificadas como Silvia, Juan Carlos, Juan Manuel, Juan y Álvaro.
Hace un año, el sábado 11 de mayo de 2024 un grupo armado mató a ocho personas y dejó varias heridas en un negocio de comida localizado en pleno centro de la cabecera municipal. Los hechos ocurrieron a las 21:30 horas, registrado en un video que circuló en redes sociales el momento en que dos vehículos disparan contra los comensales que caen al recibir los impactos… Una madrugada de enero de 2022, luego de que agentes de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano catearon el paraje conocido como “La Quebradora”, donde presuntamente funcionaba un aserradero clandestino, unos sesenta lugareños reaccionaron quemando llantas y bloqueando la carretera con troncos. Vía redes sociales avisaron que dos grupos de militares y policías federales habían entrado por la carretera federal y la autopista México-Cuernavaca, así que se reunieron en la carretera que conduce a las Lagunas de Zempoala para derribar árboles, quemar llantas y bloquear la salida de los elementos federales… En marzo de 2021, un operativo contra la tala ilegal del bosque de la comunidad de Fierro del Toro desató la violencia en Huitzilac, cuando un grupo de lugareños le prendió fuego al Palacio Municipal. Comuneros que atestiguaron los hechos aseguraron que la protesta se debió a la detención “irregular” de un grupo de vecinos, así como a la muerte de uno de ellos en un enfrentamiento con agentes de la Guardia Nacional. Pero como siempre, ninguna autoridad, estatal o federal, destacó el fondo del problema: desempleo, desigualdad, corrupción… Estigmatizado históricamente Huitzilac por la violencia, en mayo de 2024 varias personas perdieron la vida en un ataque armado que fue perpetrado en el centro de la cabecera municipal. Incapaz de apoyar el combate a la violencia, el entonces alcalde Rafael Vargas Muñoz se limitó a lamentar el ambiente de violencia… (Me leen mañana).
Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.