“ Sapo”, le dicen en Colombia al delator que vomita pelos y señas sobre los delitos de sus compinches a cambio de un acuerdo que le reste años de prisión. Pero en México, el Código de Procedimientos Penales usa el eufemismo de “criterio de oportunidad” que signi!ca lo mismo, pero es más “elegante”. Caso del ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, acusado de un fraude de 280 millones de dólares en la compra de una planta de fertilizantes, y de haber recibido unos 10.5 millones de billetes verdes en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. En la nota local está la “responsabilidad administrativa resarcitoria” que le acaba de ser dictada al ex rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez. O dicho llanamente, el apretón de tuercas para que “regrese la copa”, 239.3 millones de pesos de recursos federales desviados dentro de la operación conocida como “Estafa Maestra”. Sin embargo, la conclusión no será fácil ni rápida, porque por un lado está el recurso del emparo en un tribunal colegiado, y por otro, la inmediata especulación de que ponga tierra de por medio huyendo fuera del estado o del país. Lo que no pudo hacer, o mal aconsejada por la soberbia y la incredulidad no quiso hacer, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, presa en el reclusorio femenil de Santa Marta desde abril del año pasado –y lo que le falta– acusada de participar en la red de corrupción de la dicha estafa que volatizó recursos públicos por unos US$263 millones. Total, la danza de miles de millones de pesos tocada por la orquesta de la corrupción a la que de nada sirve combatir con el solo hecho de meter a los rateros en la cárcel, sino obligándolos a que devuelvan lo que se robaron. Montos grandes, cuantiosos, como gigantesca fue la corrupción en los 32 años de gobiernos neoliberales de México. Para no ir muy lejos, más de quinientos millones de dólares solamente en los casos de Rosario Robes y Emilio Lozoya, este último, en suelo mexicano a partir de la madrugada de hoy viernes que aterrizó en el aeropuerto internacional Benito Juárez el avión del gobierno mexicano que lo trajo de Barajas. Contrariada es como se halla la derecha ante la gran mayoría de mexicanos aplaudimos la forma como el presidente Andrés Manuel López Obrador está combatiendo a los grandes corruptos. Y muy preocupados deben estar el ex presidente Enrique Peña Nieto y los ex secretarios de Hacienda y de Energía, Luis Videgaray y Pedro Joaquín Codwell, porque qué tal si Lozoya resulta “sapo” y le da por “cantar”… VIENE a cuento esto que de Alejandro Vera escribí el 14 de agosto de 2018: En Morelos, al primero que debió preocupar el encarcelamiento de Rosario Robles Berlanga es al ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Verá Jiménez. Acusada de uso indebido del servicio público cuando estuvo al frente de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la también ex jefa de gobierno de la Ciudad de México quedó ayer formalmente presa en el reclusorio de Santa Martha Acatitla, luego de una audiencia que llevó doce horas. Cinco meses antes, el 23 de enero de 2018 Vera había sido detenido y encarcelado por unas horas en Atlacholohaya, acusado del delito de “abuso de con!anza” por el !scal anticorrupción, Juan Salazar Núñez, el mismo al que hoy día le toca atender la consigna politiquera versus el presidente municipal Antonio Villalobos Adán… (Me leen después).
Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com