Por qué el procurador de justicia dejó de ser nombrado por el gobernador es una historia vieja. Todo empezó a las 3.30 de la tarde del miércoles 28 de enero de 1998, cuando en el kilómetro 83.600 de la carretera Cuernavaca-Iguala, cerca del poblado El Platanillo, elementos de la Policía Federal de Caminos detuvieron a tres policías judiciales en una camioneta Dodge Ram negra placas NU-12952. El cofre apuntaba al monte, oculto en el reducido espacio entre la parte trasera del asiento y la lámina de la caseta el cadáver de un secuestrador. Habían parado para darle el clásico “carreterazo”. El cuerpo que mostraba huellas de tortura correspondía a un hombre corpulento, de 1.70 mts. de estatura, tez morena clara y aproximadamente 30 años de edad. Los judiciales se disponían a “sembrarlo”, probablemente metiéndolo en uno de los tubos de concreto que se encontraban a pocos metros de la cinta asfáltica, cuando según la versión oficial fueron sorprendidos por los federales.
El procurador de justicia, Carlos Peredo Merlo, el subprocurador Rafael Augusto Borrego Díaz y el director de la Judicial, Jesús Miyazawa Álvarez, fueron destituidos y sometidos a proceso penal, pero aunque pisaron el penal de Almoloya sólo por unas horas el escándalo resonó en todo el país y desencadenó la caída de Jorge Carrillo Olea como gobernador.
Tres meses más tarde, el Congreso del Estado nombró a Jorge Morales Barud como gobernador sustituto. Asumió el cargo el 18 de mayo, y semanas después fue realizado el proceso de designación del primer procurador nombrado por el Poder Legislativo de entre una terna propuesta por el jefe del Ejecutivo. El ex alcalde de Cuernavaca, José Castillo Pombo, resultó el primer procurador de justicia electo por el Congreso local. Sin embargo, los actores de esta historia se olvidaron de que “fuera de la manera que fuera” el Gobernador era el que mandaba, durante semanas cabildearon con los diputados y éstos simularon “darles el avión” diciéndoles que el juego era derecho.
Atrás habían quedado los tiempos de los procuradores nombrados directamente por el titular del Ejecutivo, entre otros Francisco Javier Arenas, Teodoro Lavín González, Juan Salazar Fitz, David Jiménez González, Armando Sánchez Rosales, Alejandro Galván Sánchez, Felipe Güemes, Gustavo Malo Camacho, Jorge Arturo García Rubí y Tomás Flores Allende. Y más tarde llegaron los procuradores surgidos del método de las ternas, como Arturo Estrada Carrillo, José Luis Urióstegui Salgado, Guillermo Tenorio Ávila, Hugo Bello Ocampo, Pedro Luis Benítez Vélez y la única mujer, Claudia Aponte Maysé.
El caso de Uriel Carmona Gándara trae a cuento el tema sobre si el fiscal general de justicia de Morelos debe continuar siendo nombrado con la intervención del Congreso del Estado o de manera directa, en este caso, por la gobernadora Margarita
González Saravia. A propósito de este asunto, resulta oportuno el comentario que el columnista pergeñó en septiembre de 2015. Señalé: Ello representaría el regreso de la facultad constitucional al jefe del Ejecutivo, para que sea éste quien nombre directamente al fiscal general, antes llamado procurador general de justicia, y en este caso que la Gobernadora sea responsable de los aciertos o desatinos del o la titular de la Fiscalía. Así era hasta mayo de 1994, forzadamente creada cuatro años más tarde la figura de la terna debido a la descomposición de la entonces Procuraduría General de Justicia, caído de la gubernatura Carrillo Olea y cesados el procurador Peredo y el director de la Policía Judicial, Miyazawa.
Designado Uriel Carmona por el Congreso del Estado fiscal general en 2018 para un período de nueve años, los cumplirá hasta el 2027, pero antes del plazo la entrada de Claudia Sheinbaum
Pardo a la Presidencia de la República lo ha empujado fuera del cargo. Esto es un hecho. Y otro, que Uriel tiene dos récords: uno, es el único fiscal general de justicia del Estado de Morelos que ha estado dos veces preso, en septiembre de 2023, cuando pasó 48 días rebotando entre el Reclusorio Sur y el penal federal de máxima seguridad de Almoloya, de donde salió libre tras ganar cuatro amparos, y dos, es el único funcionario de Morelos que se ha enfrentado a la virtual presidenta de México… (Me leen mañana).
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