La movilidad no disminuye, aumenta, hacinadas las plazas comerciales, súper mercados, tianguis de barrios y pueblos, mercados de colonias populares, por supuesto el centro comercial ALM y en general las áreas de comercio.

Desde hace días y con más en la víspera del fin de semana, la muchedumbre dejó la seguridad del confinamiento en casa para salir a la calle y hacer las compras de rutina rumbo a las cenas de Año Nuevo y Navidad. Gente de Cuernavaca y, como si los de aquí no fuéramos suficientes, también personas foráneas, sobre todo de la CDMX que se alojan en casas finsemaneras y en hoteles.

Inevitable hasta cierto punto el anaranjado intenso del semáforo del Cóleravirus, lo es por una parte dada la circunstancia de las compras pero por otra debido a la irresponsabilidad de tanta gente. Miles de miles que están en el borde del precipicio y es casi seguro que la ciudad caerá en el rojo que paralizará toda actividad no sustancial.

El secretario estatal de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, advirtió que si a más tardar hoy miércoles no disminuye la movilidad y la gente no se apega a los lineamientos establecidos en el semáforo color naranja, se decretará el semáforo en rojo.

Lo señaló Cantú desde el lunes, pero como no lo dijo en la “mañanera” el subsecretario nacional de Salud, Hugo López-Gatell, haga de cuenta el lector que no lo dijo nadie. Esta es la mala, y la buena, que precisamente el día de hoy empezarán a llegar a México las primeras vacunas contra el Covid-19, por lo pronto, 124 mil dosis que serán aplicadas a personal médico de la capital, de Coahuila y de otras entidades si alcanzan; luego y de manera paulatina otra u otras remesas que a fines de enero sumarán un millón y medio de dosis para aplicar a personas físicamente vulnerables, y después más y más hasta alcanzar la totalidad de la población mexicana.

¿Cuánto tiempo llevará el proceso? Meses seguramente. Por lo pronto, más vale que nadie nos quitemos el tapabocas y que todos respetemos la sana distancia…

FRECUENTES hoy día las detenciones de jóvenes narcomenudistas que son agarrados por la policía con las manos en la masa, se cumplió la fatalidad que pocos años atrás parecía imposible sucediera en Morelos.

A fines de los ochenta y principios de los noventa, se hizo común el deseo de que “ojalá México no se colombianice”. Inmerso en la violencia del narcotráfico que escalaría hasta llegar al terrorismo, el país de la cumbia se perfilaba a una crisis de gobierno. Años más tarde, los cuernavacenses rogaríamos: “ojalá Cuernavaca no se acapulquee”.

No pasó mucho tiempo y Acapulco se convirtió en una o la ciudad más peligrosa de México. La balacera de la noche del domingo 24 de abril de 2016 empezó en Caleta, atacado por un grupo de mafiosos el hotel Alba Suites donde se hospedaban policías federales, en la zona tradicional que comprende las playas Caletilla y Caleta, las más populares entre los acapulqueños.

Según la versión oficial, muerto uno de los federales la persecución y el tiroteo corrieron por la avenida costera Miguel Alemán, pasaron al lado de la estatua del gran Germán Valdez, “Tin Tán”, el pachuco derrochador que cerca de ahí fondeaba su yate “Tintavento”; cruzaron el malecón, enfrente de la Plaza Juan N. Álvarez que mira a la Catedral; siguieron por la zona dorada hasta la glorieta de la Diana Cazadora, en el la punta de la cuesta del Farallón, y llegaron hasta las inmediaciones de la colonia La Garita... (Me leen después).

Por:  José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com 

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp