Manuel Vergara Salgado, el único sobreviviente del Zacatepec que fue campeón en las temporadas 1954-55 y 1957-58, recibió un merecido homenaje en el estadio Agustín “Coruco” Díaz, el miércoles pasado. Organizado por autoridades municipales, el evento coincidió con el cumpleaños 89 del exjugador cuyo hijo Juan Manuel Vergara presentó el libro “Leyenda del futbol tlahuica” que narra la vida de don Manuel, quien lamentó que el estadio de Zacatepec haya sido modernizado pero que no cuente con un equipo en la primera división nacional.

No hay duda de que los mejores futbolistas salen de los llanos. Es de sobra sabido que de las canchas de barrios pobres surgieron Edson Arantes Do Nacimiento, Diego Armando Maradona, Lionel Messi... Canchas llaneras abundan de norte a sur y de este a oeste del territorio morelense, en pueblos, colonias, ranchos y ciudades. Sólo falta hallarlos y escoger a los mejores para capacitarlos y becarlos. ¿Pero dónde están los buscadores de talentos? Las dependencias oficiales del deporte estatal y municipales no los tienen, y si los hay es increíble que después de tantos años no hayan descubierto a un solo jugador con empaque de crack.

Los viejos aficionados conocen la historia del equipo Zacatepec, poderoso porque además de dirigentes talentosos tenía una cantera de diez mil jugadores: la Liga Cañera. Probablemente a los veinteañeros de ahora poco o nada les diga el nombre del equipo Zacatepec, pero para miles de morelenses de edades mayores la historia de la escuadra cañera merece mucho respeto. Este año cumple 84 de haber sido fundado, y unos menos de que, patrocinado por el ingenio Emiliano Zapata, surgió como un grupo de obreros, ejidatarios y empleados que durante siete años consecutivos ganó el Campeonato Estatal de Fútbol y por cuatro fue la base de la selección morelense. Con Ignacio Trellez como su entrenador, el Zacatepec fue invitado a la segunda división nacional, creada en 1950, cuando la oncena de la fábrica azucarera se coronó campeón invicto, ascendiendo a la primera división. En la máxima división del balompié profesional de México, al segundo año de entrar fue subcampeón, campeón en el tercero, ganó cuatro voces el torneo de liga, en dos ocasiones fue campeón de copa y campeón de campeones. Aquel poderoso Zacatepec de fines de los cincuenta que derrotó en partido amistoso al Club Nacional de Fútbol del Uruguay, cuando éste paseaba por el mundo el título de Campeón Mundial de Clubes tras vencer al Manchester United de Inglaterra.

La vieja afición recuerda con nostalgia y cariño algunos nombres de jugadores: Tito Izaguirre, Carlos Charro Lara, Piteco Sánchez, Nene Piña, Chato y Chiva Vargas, La Lika González, Agustín “Coruco” Díaz. No hace mucho que amigos del columnista de la selva cañera hablaban de hacer el intento de rescatar la grandeza del Zacatepec, pero el asunto no pasó de una buena idea. ¿Dónde quedaron figuras de los tamaños de Gabriel Núñez, Juan Carlos Veiga, Felipe Ocampo, Antonio Tafolla, Manuel Aguirre, Eligio Urieta, Manuel Aranda, Alfredo Harapos Morales, Ricardo Castro, Miguel Ramírez, Jorge Blanco, Juan Barón, Arturo Magaña, Jaime Ríos y tantos más? ¿Dónde están los llanos donde juegan porteros con las aptitudes de Francisco Larios, a quien, pobre y con el dolor insufrible de haber perdido un hijo, en 2008 le organizaron un homenaje en el estadio de Zacatepec?

Irónicamente, el municipio donde el fútbol recibe más apoyo no es Zacatepec, sino Yautepec. Construidos en sendas administraciones como alcalde de Agustín Alonso Mendoza, Yautepec tiene dos estadios magníficos, uno en la cabecera municipal y el otro en San Carlos... (Me leen el lunes).

Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp