Feria de Tlaltenango con venta de bebidas etílicas, no.; tampoco los tradicionales puestos de barbacoa y comerla ahí, sino sólo para llevar; igualmente, nada de comerciantes foráneos y sí a un número reducido de barbacoyeros. Limitados al cincuenta por ciento los mercaderes y obligado el uso de cubrebocas por parte de los feriantes, una feria religiosa y no comercial bocetó el alcalde Antonio Villalobos Adán. Se reunió con el obispo Ramón Castro Castro, pero eso bastó para que en la vecindad de enfrente pusieran el grito en el cielo. El secretario de salud estatal, Marco Antonio Cantú Cuevas, destacó la prioridad del tema sanitario, advirtió que Morelos se encuentra en un nivel de riesgo epidémico alto y señaló el mes de agosto como uno en el que no habrá condiciones adecuadas para este tipo de eventos. Pero erró la fecha o ignora que el apogeo de la feria más querida por los cuernavacenses no es en septiembre sino en agosto. Va de historia: el 8 de septiembre no se celebra la aparición de la Virgen de los Milagros, sino la conclusión del novenario en la pequeña capilla aledaña a la parroquia principal. Los nueve días de rosarios comenzaron el 30 de agosto del año 1720, una vez que las autoridades eclesiásticas y civiles de Cuernavaca atestiguaron el prodigio del arcón “olvidado” por unos forasteros que, tras meses de estar guardado y sin abrir, de su interior comenzaron a brotar música, luz y aromas de flores. El cumplimiento de las peticiones de los devotos creyentes convirtieron al Santuario de Nuestra Señora de los Milagros en uno de los más concurridos de la entidad, llegados al de Tlaltenango peregrinos del ex Distrito Federal, especialmente de los poblados de Ixtapalapa, Xochimilco, Almoloya del Río, San Pedro Altapulco y San Francisco Tlaltelco así como de comunidades del estado mexiquense, Puebla, Guerrero y Oaxaca. Cuenta la tradición que una tarde del último día de mayo –mes de las flores–, cargando una bien guarnecida caja o arcón de madera se presentaron dos muchachos que al parecer provenían de Acapulco. Al amanecer los jóvenes se prepararon para marcharse, pidiendo a doña Agustina les cuidara el arcón en tanto resolvían otro asunto en un pueblo cercano. Pasaron varios días y doña Agustina estaba muy intrigada, pues los dos jóvenes no regresaban, de modo que decidió guardar el baúl y esperar el regreso de sus dueños. Una de esas noches, la posadera pasó por la habitación y escuchó una música muy suave, despertó a sus hijos e hijas y todos la oyeron. Poco después notaron un resplandor y perfume de sándalo saliendo de la misteriosa caja. Pasados tres meses de la llegada del baúl, de una u otra manera los vecinos se enteraron del portento. Entre dudas y temores, la mayoría del pueblo y la misma doña Agustina acordaron notificar del extraño caso de la caja abandonada que exudaba música, luz y aromas florales. En aquel año estaba al frente de la orden franciscana del monasterio y templo de la Asunción de María (hoy Catedral de Cuernavaca) Fray Pedro de Arana, quien buscó al alcalde mayor de Cuernavaca para que juntos verificaran los hechos que les reportaron los habitantes de Tlaltenango. Pueblerinos, autoridades civiles y eclesiásticas a la casa de doña Agustina, ocuparon la pieza donde estaba el para entonces ya famoso arcón, cerraron puertas y ventanas…y se verificó de nueva cuenta el portento de música, luz y aromas florales brotando de la caja. Fray Pedro de Arana se sintió designado por el cielo para abrir el arcón. La expectativa crecía entre los concurrentes. Grande fue la maravilla al abrirlo y mostrarse su contenido que resultó ser la imagen de la Virgen María, a la cual de inmediato se le nombró De los Milagros por el magnífico despliegue de portentos que precedió a su aparición. En este 2020 es la conmemoración del tricentenario de la advocación de la virgen María de Tlaltenango… (Me leen después).

Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp