La Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo confirmó que la empresa Pullman de Morelos dejará de prestar el servicio en Tepoztlán. Señaló que sólo brindó el apoyo de manera temporal. ¿Y ahora?
El problema data del 13 de noviembre pasado, hace casi tres meses. La mañana de ese sábado se accidentó un autobús de la empresa Ometochtli que se quedó sin frenos en el barrio de San Juan Tlacotenco. Murió el chofer y veinte pasajeros resultaron lesionados, entre ellos algunos de gravedad que requirieron ser hospitalizados. La comunidad reaccionó con enojo, bloquearon los accesos del lugar, acusaron de indolencia a la línea camionera, aseguraron que ya habían denunciado irregularidades, pero en vano. Si a los camiones se les suelen chorrear los frenos, a veces al gobierno no le sube el agua al tinaco.
Los tepoztecos que hoy rondan los cincuenta años tienen otros datos. Sus padres les habrán contado de un “camionazo” que sucedió en los inicios de la década de los sesenta. A un autobús “trompudo” de la línea Ometochtli que se le “chorrearon” los frenos se precipitó en una loca carrera sobre la bajada de la avenida Emiliano Zapata. Procedente de Tepoztlán, se dirigía a la terminal que estaba ubicada en la calle Leandro Valle, cerca de la esquina de Matamoros a la cual refería una estatua de los Niños Héroes. El armatoste sólo pudo ser detenido por la habilidad del chofer, banqueteándolo, restándole velocidad, recargándolo en la fachada de un taller mecánico que se hallaba una cuadra abajo de la esquina de Obregón y Ávila Camacho hasta lograr detenerlo. Murieron todos los pasajeros, y resultó gravemente lesionada una hija del ícono tepozteco don Ángel Bocanegra, quien formó parte del Escuadrón 2001 que fue a la Segunda Guerra Mundial. El columnista no tiene el dato sobre si el accidente del Ometochtli sucedió o no durante la feria de Tlaltenango, cuando a esa altura la avenida Zapata rebosa de paseantes, hombres, mujeres, niños y adultos...
Por cierto, ¿cómo celebrábamos la gente de Cuernavaca esta que al ser una de las festividades católicas más antiguas de México en septiembre próximo estará cumpliendo la friolera de 301 años? La tradición era caminar de madrugada hacia el centro del festejo, chavos y chavas, papás y mamás en los sesenta, los setenta, los ochenta, los noventa y paulatinamente menos a partir del 2000. La caminata arrancaba por ahí de las dos desde los barrios del centro de la ciudad a Tlaltenango, subiendo en grupos por Morelos y Zapata, bajando hacia el sur los vecinos de Buena Vista, Chamilpa y Santa María. Llegabas, te subías a los juegos mecánicos, “ligabas” novia nueva o te citabas con la que ya tenías, combatías el frío calentándote con el “faje” en lo oscurito o saboreando un atole champurrado, desayunabas más temprano que de costumbre tamales verdes, rojos y de dulce, o de plano almorzabas barbacoa y consomé de Santa Martha. Poco antes de que amaneciera dabas “Las Mañanitas” a la Virgen, te metías a misa y luego te ibas a la escuela o el trabajo. La seguridad era absoluta, no como ahora…
EL SECTOR educativo requiere un aumento de alrededor de 500 millones de pesos para este año. Puesta esta necesidad sobre la mesa por el secretario de Educación, Luis Cornejo Alatorre, no llegó a donde debió llegar, preocupado como se halla el cártel de los fuereños por las consecuencias políticas de la foto incómoda de no digan nombres… (Me leen después)
Por: José Manuel Pérez Durán