Los cambios de alcaldes reeditaron la polémica sobre si el mando único de las policías municipales es bueno o malo para la población. ¿Qué es mejor para la seguridad de los habitantes? ¿Un solo mando para todo el estado o mandos individuales en cada municipio? Hoy, la discusión es la misma que en el sexenio pasado y en el actual, e igual en ambas ocasiones la imposición del mando unificado so pretexto de la seguridad que no mejoró.

Tres años atrás, otros y los alcaldes de Cuernavaca y Yautepec, Antonio Villalobos Adán y Agustín Alonso Gutiérrez, se pronunciaron en contra de la continuidad de sólo un mando en la policía estatal. Pusieron en tela de duda la utilidad del mando concentrado en una sola persona, y dudaron de la capacidad del comisionado de seguridad estatal, José Antonio Ortiz Guarneros, cuya destitución fue en vano solicitada por abogados litigantes luego del asesinato del licenciado en derecho Daniel Benítez Callado, en Temixco.

Por estos días, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Antonio Sánchez Purón, afirmó que a la iniciativa privada le preocupa el rechazo de la mayoría de los municipios a firmar el convenio de Mando Coordinado de la Policía Morelos. La declaración de Sánchez es irrelevante, como nula es la representatividad real de este membrete. El propio comisionado Ortiz recientemente informó que solamente tres de los 36 gobiernos municipales han firmado el convenio de coordinación, entre estos Temixco…

LOS 400 mil habitantes de Cuernavaca tienen agua para dar y prestar. De acuerdo al diagnóstico 2020 de la Comisión Nacional del Agua, el agua entubada alcanza al 90.17% de la población. En la ciudad hay 84 pozos, 9 equipos de extracción en manantiales y 12 estaciones de rebombeo que surten a tanques y directamente a la red. En dos años los datos no han cambiado gran cosa.

Dinero en cantidad suficiente para pagarle a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es lo que desde hace años no ha tenido el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC). Una de tres: o porque las administraciones municipales de al menos los últimos nueve años manejaron mal el dinero, o se robaron una parte del ingreso o aumentó el número de usuarios morosos. Perdonando el lector la expresión, las tres cosas suman un chingo de dinero… y de problemas.

¿Cómo solucionarlos? La semana pasada el alcalde José Luis Urióstegui advirtió que en abril los morosos comenzarán a ser requeridos para que paguen, y que si no pagan el SAPAC embargará casas. La desesperación de Urióstegui por hacerse con recursos es comprensible, como imposible es que el SAPAC llegue a embargar docenas de miles de viviendas y comercios. Se trata del típico “calambre”, del chicle de a ver si pega, y sobre todo que el objetivo es la recaudación de recursos suficientes para pagar a la CFE, acordando “abonos” mensuales de la deuda histórica y de ahora en adelante pagar puntualmente el consumo.

A lo mejor Urióstegui piensa: “si he sabido, no vengo”, pero sabía lo que le esperaba así como la paradoja de que las soluciones a los problemas del agua, la basura y los baches automáticamente lo pueden poner en la candidatura a gobernador. Por lo demás, de que los ex presidentes rateros regresen lo que se robaron, ni hablar. Reiteradas, las declaraciones de Urióstegui versus su inmediato antecesor, Antonio Villalobos Adán, pronostican contra éste el arranque de un proceso administrativo y eventualmente penal. Otra cosa es que si la revisión de las administraciones de Jorge Morales Barud y Cuauhtémoc Blanco Bravo detecta irregularidades, el “calambre” de Urióstegui no tendría una sola dedicatoria… por ahora… (Me leen después).

Por: José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com 

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