¿La parca vino a Morelos desde el estado de Jalisco? Si así ocurrió, se tardó pero llegó. No fue por cosas de la pandemia del Covid-19 o el cólera virus, como también es conocido el mal maldito; la muerte se presentó en forma de fiesta, intoxicado el grupo de humanos con mezcal adulterado en un changarro del pueblo de Telixtac, municipio de Axochiapan.

Dicen que sucedió el día de las madres, a las que ellos festejaron bebiendo en una reunión exclusiva para “machos”. Convivieron, platicaron y de seguro bromearon, pero al rato algunos empezaron a sentirse mal y fueron a parar a clínicas particulares de la zona. Según los periódicos, horas después comenzó la redundancia del muerterío de muertos, nueve y todos varones de entre treinta y tantos y cincuenta y tantos años, las edades cuando más se bebe. No hubo las típicas diligencias de levantamientos de cuerpos por parte de la Fiscalía, opuestos a ello los familiares de los ahora occisos acatando sus usos y costumbres. Esto se publicó ayer, y que la alerta cundió en el cercano Tepalcingo, tal vez porque ahí también ingirieron mezcal envenenado y por eso las alertas lanzadas entre el sábado y el domingo.

Lo que no ha quedado claro es si la bebida mortal llegó desde Jalisco. El martes de hoy hace ocho días comenté que treinta y cuatro personas habían muerto el jueves anterior, y un día antes 32 dados de alta tras beber alcohol de caña adulterado en municipios del sur jalisciense. Que, detenido rápidamente el presunto responsable, deberá permanecer en prisión preventiva oficiosa durante dos años o lo que dure el proceso. Pero también puede ser que el líquido mortal del changarro de Telixtac no sea sino del famoso aguardiente de Zacualpan o una bebida similar destilada en algún otro pueblo del oriente morelense.

De la manera que haya sido, eso es parte de la investigación que está en curso. Mientras tanto, este lunes la autoridad no hablaba de detenidos, pero sí de que la SC ubicó el negocio de Telixtac donde fue vendida la bebida letal. Casualmente, el martes de la semana anterior recordé que veintiséis años atrás sucedió en Morelos una intoxicación masiva con mezcal “patito”, pero que hubo muchísimos muertos más que en la desgracia de Jalisco.

La cifra mortal de diciembre de 1994 nunca se sabrá con exactitud, pero sí que seguramente las víctimas fueron docenas y quizá cientos. Intoxicados por la ingestión de mezcal adulterado, el día 12 cayeron los primeros 19 difuntos y cinco días después el número oficial subió a 38. Pasada una semana, la estadística gubernamental ya reportaba 43 decesos y poco tardó en escalar a 60. El escándalo nacional fue inevitable y, replicados los reproches sociales por la falta de medidas de prevención, después del niño ahogado el oficialismo tapó el pozo.

El martes 13, los Servicios Coordinados de Salud decretaron la “ley seca” en Mazatepec, Coatlán del Río, Miacatlán, Tetecala, Emiliano Zapata, Xochitepec y desde luego Temixco, por ser el origen de la intoxicación. (Hoy, ley que prohíbe la venta de bebidas etílicas se supone había en Telixtac el día de la tragedia). Temiendo que les llegaran las botellas de mezcal con metanol, el viernes 16 el cerco sanitario fue extendido a Puebla, Hidalgo, Guerrero, Estado de México y el Distrito Federal. Presionado el gobierno por la opinión pública, el domingo 18 la Policía Judicial detuvo a Luis Federico Díaz Rubio, copropietario de la destilería de la cual había salido la bebida mortal; debieron pasar varios días para que fueron encarcelados dos miembros más de la familia Rubio, y que César Cruz Ortiz fuera destituido del cargo de alcalde de Temixco e inhabilitado para volver a ocupar un puesto público durante ocho años… (Me leen después)

 

JOSÉ MANUEL PÉREZ DURÁN

jmperezduran@hotmail.com

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