Existe la leyenda de que en el chapitel del Calvario de Cuernavaca fue enterrado uno de los hijos del conquistador Hernán Cortés, llamado Martín Cortés. De inicio hay que aclarar que fueron dos vástagos bautizados con el mismo nombre. El primogénito fue Martín Cortés, “El Mestizo”, nacido de la relación con Malitzin o Malinche alrededor de 1523 y muerto en 1595. El segundo fue Martín Cortés Zúñiga, hijo de la legítima esposa de Hernán, Juana Zúñiga, quien nació en 1533 y murió 1589. La pregunta es: ¿cuál de los dos Martín Cortés fue supuestamente enterrado en El Calvario de la antigua Cuauhnáhuac?
Quizá disminuido en su carácter ancestral por estar fuera del Centro Histórico, uno de los monumentos emblemáticos de Cuernavaca es el chapitel del Calvario. Conocido en sus orígenes y por muchos años como “El Humilladero”, esta denominación se debía a que la gente, al entrar y salir por el Camino Real a la Ciudad de México –la hoy avenida Morelos, a la altura de la bifurcación de las calles Matamoros y Miguel Salinas– se humillaba y persignaba, primero ante una cruz instalada en ese punto, y posteriormente de cara a la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Una descripción arquitectónica y artística del chapitel del Calvario ilustra: “Se trata de una peculiar estructura, situada sobre el nivel de la calle, que alberga una escultura de la Virgen de Guadalupe sobre una elaborada peana con molduras, con cuatro vanos con arcos de medio punto, sostenidos por cuatro gruesos pilares que soportan una bóveda piramidal con sus aristas curvas, que tiene en las esquinas remates de forma bulbosa y, al centro, una especie de linternilla ciega. Al exterior está rematado por una ancha faja o banda, limitada por dos molduras en la parte alta, una cóncava, con perlas que tiene al frente una cartela sobrepuesta de argamasa con una inscripción que dice: ‘se erigió en 1538 y se consagró a la Virgen de Guadalupe el 15 de mayo de 1778’ ”. En otras palabras, la edificación corresponde a un tipo de capillas abiertas que durante los siglos XVI y XVII se edificaron usualmente en México para cubrir imágenes, pero especialmente cruces, y se les denominaba “chapiteles” por sus cubiertas piramidales.
Como ya se anotó, Martín fue el hijo primogénito y natural de Hernán Cortés con Malintzin, quien era intérprete del conquistador. Por lo tanto, es considerado como uno de los primeros mestizos de la Nueva España. Respecto a su fecha de nacimiento, ésta no ha sido fijada con precisión. De acuerdo a algunas lecturas hechas a vuelo de pájaro, Don Federico Gómez de Orozco, el historiador conocido como descendiente de Martín Cortés, escribió que después de la muerte de Catalina Juárez, “La Marcaida” –las malas lenguas le atribuyeron la referencia del mote al mismo Cortés, cansado de los celos y poca disposición de aquélla a comprender su papel de conquistador, no sólo de tierras, sino también de mujeres–, Malitzin tuvo al primer hijo del Conquistador y le puso el nombre de su propio padre. “Pasados unos meses de tan grave contratiempo”, refiere Gómez Orozco a la muerte de “La Marcaida”, la primera esposa de Hernán Cortés, ocurrida en Coyoacán, en noviembre de 1522”, un día fue gratamente sorprendido por la más halagadora noticia: iba a ser padre. Si esto es así, puede concluirse afirmando que Malintzin tuvo a su Martín hacia fines de 1523 o principios de 1524”. De acuerdo a versiones de cronistas, a poco de nacido el hijo de Malintzin y Cortés fue separado de su madre y entregado a un primo del Marques del Valle de Oaxaca, el licenciado Juan de Altamirano, según afirma el ya citado historiador Gómez de Orozco. Nunca más el primer Martín volvió a ver a su madre. Se dice que Cortés quería evitar que se crearan lazos políticos entre sus herederos
y mujeres, y se convirtieran en futuros reclamantes de títulos nobiliarios y tierras.
Martín “El Mestizo” viajó después con su padre a España, en donde tomó el hábito de la orden de Santiago y fue paje de Felipe II de España, cuando éste aún era príncipe. En 1529, Cortés obtuvo del papa Clemente VII la legitimación de sus hijos naturales Catalina Pizarro, Luis de Altamirano y Martín. Más tarde, en 1533 nació el medio hermano de “El Mestizo”, es decir, el segundo Martín Cortés y homónimo e hijo de Juana de Zúñiga, de quien nos ocuparemos más adelante. Junto con sus dos medios hermanos, en 1563 el primer Martín Cortés viajó de regreso a la Nueva España. A pesar de que su medio hermano fue el heredero legítimo del Marquesado del Valle de Oaxaca, y con todo y las envidias e intrigas, tanto en México como en España “El Mestizo” fue recibido como correspondía a su alcurnia. Los hijos de Cortés entraron a la Ciudad de México el 17 de enero de 1563…
Si la leyenda del chapitel del Calvario es ignorada por mucha gente de Cuernavaca, cuantimás por los politiqueros fuereños que por estos días andan en precampañas… (Me leen mañana).
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