Darle al centro comercial Adolfo López Mateos la enésima manita de gato costaría entre 40 y 50 millones de pesos. Por estos días, “la oxidación de metales puede generar caída de material pétreo”, advierte el alcalde José Luis Urióstegui Salgado. Pero como el inmueble es propiedad del Gobierno del Estado, que éste ponga el recurso, el dinero, pues. (Eso de “pétro” refiere varillas oxidadas de la bóveda de la nave principal que pronto cumplirá sesenta años de haber sido construida).
Pero al mercado ALM habría que cambiarle hasta el modo de andar: levantar los pisos y poner nuevos; repellar y pintar el techo que protegía al mural más grande del mundo, mil metros cuadrados con el tema de vendedores en mercados mexicanos que tras 21 años de trabajos dejó inconcluso su autor, el pintor José Silverio Saíz Zorrilla, quien falleció la noche del 17 de febrero de 2017 a la edad de 79 y cinco más tarde el mural fue destruido por un incendio que borró cualquier rastro de la obra. También restaurar locales, que no son pocos, e instalar nuevas redes de agua potable y drenaje, dotarlo de una gran planta de tratamiento de aguas negras y, en fin, desplegar obras de reconstrucción en prácticamente todas sus áreas.
Pero bien, lo que se dice bien, de plano sólo quedaría haciéndolo nuevo, y aun así seguiría mal ubicado y se ratificaría la lógica de construir otro en las goteras de la ciudad, en el pequeño valle del norponiente y brincar la barranca de Alta Vista con una serie de puentes en un gran proyecto que incluya la construcción de una ciudad-gobierno conformada por edificios de dependencias oficiales como hay, por ejemplo, en Zacatecas. Soñar no cuesta nada.
Por aquellos días de hace más de medio siglo, el 7 de septiembre de 1967 era inaugurado el Palacio de Gobierno por el gobernador Emilio Riva Palacio Morales. (Su antecesor, Norberto López de Nava, lo había inaugurado cuatro años antes “faltándole algunos detalles” cuando sólo había levantado el primer piso). Aquello fue todo un acontecimiento, mudado el Poder Ejecutivo del Palacio de Cortés al nuevo edificio de enfrente. Inconcluso, el ALM había sido inaugurado el 7 de mayo de 1964, en los últimos días de López Avelar como gobernador, pero los locatarios siguieron en la explanada de Degollado y Tepetates y ahí resistieron cinco meses hasta que el alcalde Valentín López González destechó el llamado Mercado Municipal o Del Reloj. Años más tarde, testigos contarían al columnista que en esos momentos se manifestaba un grupo de locatarios en el Zócalo cuando llegaron corriendo varios de sus compañeros, para avisarles que una grúa “con bola” enviada por “el pinche Valentín” había comenzado la demolición del mercado viejo, así que a regañadientes agarraron sus tiliches y se cambiaron al nuevo, “lejos”, calle abajo en los terrenos que habían sido parte del Rancho Colorado de la familia Salinas Nubión y en 1962 comprados por el Ayuntamiento para iniciar la obra más grande de aquellos días, convertidos con el paso del tiempo el mercado ALM y el Palacio de Gobierno en puntos emblemáticos de Cuernavaca.
La construcción fue iniciada en la época del presidente Adolfo López Mateos (de allí su nombre), y entregada la obra el 7 de mayo de 1964. “El ALM”, como desde su inicio le llamaron los cuernavacenses, ha sufrido al menos dos incendios y una inundación. Decadente, maltrechas sus instalaciones, esto no impide que diariamente miles de personas acudan a hacer sus compras, pues encuentran mejores precios que en los supermercados. Ciertamente aguantador, soportados por su estructura los sismos de los diecinueves de septiembres de 1985 y 2017, hace tiempo que el ALM está muy cansado, exhausto, listo para la jubilación y ser relevado por un centro comercial nuevo. Sí, pero ¿cuándo llegará un gobernador que lo logre?.. (Me leen mañana).

Por: José Manuel Pérez Durán

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