Emitido en 2013, el resolutivo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó la autorización del estudio de impacto ambiental al proyecto de la empresa minera canadiense Esperanza Silver, en Temixco. Sustentó: “está sólidamente fundamentado en apego a la legislación ambiental, y en los argumentos para fundamentar la negativa se tomaron en cuenta las opiniones técnicas tanto del Instituto Nacional de Antropología e Historia como de la Comisión Nacional del Agua”. La historia: en junio de 2013, la Semarnat rechazó a Esperanza Silver el plan “Esperanza Proyecto Oro”. Señaló: contraviene a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, afectaría los recursos hídricos y el área arqueológica de Xochicalco, que es Patrimonio de la Humanidad; está ubicada en la poligonal que implican las concesiones mineras que suman 150 millones de metros cuadrados... Surgido el rechazo a la ambición minera en las primeras semanas de la anterior administración federal, se sentó un precedente ante casos similares de empresas extranjeras en numerosas localidades del país. Se manifestó un movimiento de repudio al plan de la mina en Temixco y municipios aledaños por parte de organizaciones sociales integradas por campesinos e intelectuales. Fueron años de lucha, reiterada e irrebatible la alerta a los perjuicios irreparables a la ecología lanzada por el Movimiento Morelense Contra las Concesiones Mineras de Metales Preciosos, el Consejo de Pueblos de Morelos, otras organizaciones sociales y ambientalistas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). La doctora Lilian González Chévez, de nuestra casa de estudios, resumió: “(la mina) tiene relación con el acuífero de Cuernavaca, y la cantidad de agua que se dispone y que sería utilizada para fines mineros si se aprobara el proyecto. La principal razón es por el agua, y la segunda por la zona arqueológica”. Hoy, las condiciones no han cambiado. Y tampoco variado la realidad de que, si el gobierno federal autoriza la apertura de la mina, envenenarán el suelo y el agua, dañarán la fauna, pondrán en riesgo del colapso a la zona arqueológica de Xochicalco. Transferidas en septiembre de 2013 las siete concesiones por la firma Esperanza Silver Resources a la empresa Álamos Gold o La Compañía, de Toronto, Canadá, el presidente de esta última, John A. McCluskey, anunció que en los siguientes 18 meses volverían a presentar el plan “Esperanza Proyecto Oro” tras de que en junio de ese año le había negado la Semarnat a Esperanza Silver. Advirtió: “porque contraviene a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y debido a que afectaría los recursos hídricos y el área arqueológica de Xochicalco, que es Patrimonio de la Humanidad y está ubicada en la poligonal que implican las concesiones mineras que suman 150 millones de metros cuadrados”. Para la extracción de oro usarían cianuro de sodio, y mercurio para la plata. Los trabajadores que respiren niveles incluso bajos de cianuro durante varios años sufrirían dificultad para respirar, dolores del pecho, vómitos, alteraciones en la sangre, jaquecas y dilatación de la glándula tiroides. Veneno puro. Reiterados los comentarios del columnista en numerosas entregas sobre las afectaciones que causaría la materialización del proyecto de la minera canadiense, agazapados los operadores de la empresa predadora que hacían “relaciones públicas” y dividían a los ejidatarios entre los que aceptaban dádivas y los que mantenían su resistencia a la mina, razonamos que, habiendo miles de millones de dólares en juego, en cualquier momento los ejecutivos canadienses podrían volver a sacar las uñas. Y acertamos, elemental la deducción a partir de una nota publicada este lunes en un medio local, según la cual la secretaria estatal de Desarrollo Económico y del Trabajo, Ana Cecilia Rodríguez González, declaró que desde hace seis meses (representantes de la minera canadiense) han entablado una serie de pláticas con el subsecretario de Minería de la Secretaría de Economía, Fernando Quiroga. Involucró a la alcaldesa de Temixco, Jazmín Solano López, para que “avale una consulta popular ciudadana y el Gobierno del Estado respaldará los acuerdos”. Pero fue más lejos: aseguró que el proyecto de la mina a tajo abierto de la empresa Esperanza Silver “cuenta con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador”. A quien no faltará quien se lo pregunte en alguna de esas entrevistas mañaneras… (Me leen mañana).
José Manuel Pérez Durán
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