El santo de los narcos, un típico caso de leyenda. Los detalles de la vida del mexicano Jesús Malverde son muy imprecisos, e incluso hay estudiosos que se atreven a afirmar que nunca existió. Según dice la leyenda, era una especie de Robin Hood que “robaba a los ricos para darle a los pobres”. Estos reiterados robos contra los grandes caciques de la región de Culiacán provocaron que el entonces gobernador, Francisco Cañedo, ofreciera una recompensa por su captura. Se cuenta que fue entregado por un amigo, a petición del propio Jesús. En ese momento se encontraba herido de bala y sufriendo a causa de la gangrena. Malverde le hizo prometer a su amigo que usaría el dinero de la recompensa para hacer actos benéficos, pero la promesa no fue cumplida y del amigo y del dinero no se volvió a saber. Tras su ejecución quedó prohibido darle sepultura. Se cuenta que permaneció colgado de un árbol hasta que la cuerda que lo sostenía se rompió y los restos cayeron. Así que los pobladores de la región de Culiacán empezaron a cubrir el cuerpo de Malverde con piedras, hasta que se formó un gran montículo. Las personas llevaban una sola piedra cada vez, y aprovechaban para pedirle algún favor que Malverde concedía en agradecimiento por ofrecerle sepultura a sus restos. Así nació el culto a Jesús Malverde, el llamado “Santo de los narcos”, vuelto popular en la cultura mexicana. Malverde está ligado al narcotráfico, aunque se dice que esa es una deformación del culto. También cuentan que los capos Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo Fuentes acudían a la capilla de Malverde con el objeto de agradecerle los favores que recibían de parte de santo tan singular. No es extraño encontrarse con bandas que acuden a la capilla a cantar narcocorridos famosos. Aseguran que las bandas de música van por encargo de narcos, y tocan en agradecimiento a Malverde cuando han pasado exitosamente un nuevo cargamento de droga a Estados Unidos...

Rafael Caro Quintero. Conocido como el “Narco de Narcos” y porque ofreció pagar la deuda externa de México, fue el fundador del Cartel de Guadalajara. Mantenía buenas relaciones con políticos de la época, de los que en algunos casos era amigo personal. Dueño de una fortuna que rondaba los cinco mil millones de dólares, cuando fue capturado en Costa Rica se le decomisaron objetos que rebasan la más extravagante imaginación: un “cuerno de chivo” bañada en oro con incrustaciones de diamantes, 300 mil dólares en efectivo, joyas por un valor de un millón de dólares y dos coches de lujo, un Mercedes Benz y un Toyota deportivo MR2. Tras su captura ofreció, ni más ni menos, pagar la deuda externa de México a cambio de su libertad y, pese al debate que surgió entre la población, la oferta no fue aceptada. Se comprobó que un 30 de la marihuana y un 38 por ciento de la heroína que ingresaba en esa década a los Estados Unidos eran llevadas por el grupo de Caro Quintero...

Pablo Escobar. Una manufacturada serie de televisión colombiana dio cuenta de la vida y obra del que en su época fue el narcotraficante más poderoso de Colombia y uno de los fundadores del llamado Cartel de Cali. Hijo de un administrador de fincas y una maestra rural, empezó trabajando en oficios menores, lavando coches o ayudando en los mercados; también fue criador de vacas, para luego pasar a matón a sueldo y ladrón de automóviles. Inició su carrera criminal comprando objetos robados y contrabandeando a pequeña escala, hasta que se introdujo en el tráfico de marihuana y, finalmente, de cocaína. En 1976 fue detenido con 19 kilos de cocaína, aunque su caso fue sobreseído. Un documental titulado “¿Quién mató a Pablo Escobar?” cuestiona la versión oficial que señala al Bloque de Búsqueda de la Policía. Nacional de Colombia como el escuadrón que lo asesinó, afirmando que “Los Pepes”, grupo rival del capo, fueron los ejecutores del crimen...

Sandra Ávila Beltrán, más conocida por “La Reina del Pacífico”, perteneció a la tercera generación de una familia de narcotraficantes. Hija de María Luisa Beltrán Félix y Alfonso Ávila Quintero, familiar de Rafael Caro Quintero, y su tío, ni más ni menos que Ángel Félix Gallardo, conocido como “El Padrino” de la droga en México”. La primera referencia pública sobre “La reina del Pacífico” fue en uno de los “narcocorridos” del grupo Los Tucanes de Tijuana, que en 2004 compuso una pieza en la que narraba cómo una poderosa fémina llegaba a una fiesta de narcotraficantes. La imagen de aquella mujer en un mundo teóricamente reservado a hombres hizo crecer su leyenda. Tras ser detenida, los medios se apresuraron a señalar las similitudes de Ávila Beltrán con la protagonista de la novela “La Reina del Sur”, del escritor español Arturo Pérez-Reverte...

Fue como México se preparó para conocer vida y milagros de Genaro García Luna, el “súper policía” de Felipe Calderón, el expresidente al que “apapacharon” los medios conservadores… (Me leen el mañana).

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