Por muchos años, la papelería oficial de los gobiernos federal y de los estados coronaban los textos de decretos, oficios, memorándums, etc., con la leyenda “Sufragio efectivo. No reelección”. Se exaltaba así el lema de la campaña de Francisco I. Madero, en 1910 para competir por la presidencia de la República Mexicana contra el dictador Porfirio Díaz, que llevaba 35 años en el poder. Era un tabú que el discurso oficial osara siquiera insinuar la posibilidad de la reelección de gobernantes y/o representantes populares emanados de elecciones constitucionales. Hoy, excepto el presidente de la República, son reelegibles los gobernadores, senadores, diputados federales y locales así como presidentes municipales. La idea es reconocer a aquellos y aquellas que hayan hecho bien su trabajo, y rechazar a las y los que lo hicieron mal. Dado que en el momento de votar influye la fuerza social de los partidos, los diputados emanados de Morena tienen ventaja para ser reelectos, aunque el desempeño de muchos y muchas no ha sido precisamente bueno. ¿Merecen ser reelectas las diputadas Erika García Zaragoza, Ariadna Barrera Vázquez, Alejandra Flores Espinoza, Dalila Morales Sandoval, Xochiquétzal Sánchez Ayala, Tania Valentina Rodríguez Ruiz y Alfonso de Jesús Sotelo Martínez? No. Mientras tanto, codiciosas, no han renunciado, no tramitaron licencias para poder seguir cobrando. En la otra cara de la moneda se hallan alcaldes tipo Rafael Reyes Reyes, de Jiutepec, cuya gestión se observa aprobada por la mayoría de los habitantes de este que es el tercer municipio más poblado del estado. Pero si en el mismo sentido se percibe la opinión mayoritaria de la gente de Jojutla con respecto al trabajo del también alcalde morenista Juan Ángel Flores Bustamante, no sucede igual con el ex presidente municipal de Jiutepec y candidato de la coalición PRI-PRD al mismo cargo, José Manuel Agüero Tovar, a quien dos semanas atrás la Fiscalía Estatal Anticorrupción lo confirmó vinculado a proceso por el delito de ejercicio ilícito del servicio público. La paradoja está en la coincidencia de que los tres dieron positivo a Covid-19: Flores en octubre, Reyes en noviembre y Agüero dos semanas atrás, y en el hecho de que el propio Agüero da negativo para ser reelecto … LO dicho: si en lugar de centro de artes La Vecindad fuera escuela de fútbol, el Gobierno del Estado no la hubiera cerrado. “Temporal” el cierre, pretextó la Secretaría de Cultura, pero los padres de los alumnos no le creyeron, y bastó con que bloquearan la avenida Hidalgo para que los funcionarios anti cultura doblaran las manos, admitiendo la reapertura del inmueble. Dicho sea con respeto: pretender que los analfabetas entiendan la cultura, es pedir peras al olmo. La Vecindad tiene una data de cien años. Ubicada en el arranque de la cuesta de Salazar –una o la calle más empinada de la ciudad–, fue uno de los multifamiliares más famosos del centro histórico de Cuernavaca, junto a las vecindades de Zarco, Clavijero y Atlacomulco que aún subsisten, no así otras que desaparecieron paulatinamente, entre éstas la Del Pájaro, en Degollado, y Las 14 Casas, en la avenida Cuauhtémoc. Creado La Vecindad para la difusión y práctica de ejercicios culturales en 1996 durante el gobierno de Jorge Carrillo Olea, ello sucedió con la directora del Instituto de Cultura del Estado de Morelos, Mercedes Iturbe Argüelles. Falleció en abril de 2007, pocas semanas después de que había tomado posesión como directora del Museo de Arte Carrillo Gil y luego de dirigir durante seis años el Museo del Palacio de Bellas Artes. Mercedes está reconocida como la mejor titular del área de cultura que ha tenido el Gobierno de Morelos, lo cual sería aberrante decir de la actual plantilla de funcionarios de la misma dependencia… PARTIDOS aparte, si separamos la lista entre locales y fuereños, el candidato a diputado federal por el PAN, Ricardo Dorantes San Martín, es de los de acá, lugareño, pues, no como otros… (Me leen después).
Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com