En la actualidad, la deuda acumulada por laudos de los ayuntamientos es de más de 560 millones de pesos. El dato proviene de alguien a quien se supone bien informada, la presidenta del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje, María Reina Valencia Reyes. Señala lo consabido: que la mayoría de las demandas son por despidos injustificados de trabajadores municipales, y resalta a Cuernavaca, Temixco, Ayala, Cuautla, Puente de Ixtla, Xochitepec y Emiliano Zapata como los gobiernos municipales que deben más. Seguirán in crescendo en el cuento de nunca acabar, pero, no obstante grave este problema, lo es también el endeudamiento bancario de los ayuntamientos… con la diferencia de que para éste hay una solución práctica, rápida y hasta contundente. Bastaría con que los diputados del Congreso Estatal se pusieran las pilas –algo difícil mas no imposible– y emitieran una ley que prohíba a las comunas adquirir deudas que no puedan saldar durante el trienio que está en curso. O más aún: que no endeuden ni con un centavo más a los municipios a su cargo, de lo cual son muestra los Agustines Alonso Mendoza y Alonso Gutiérrez, de Yautepec… QUE Hortencia Figueroa Peralta, ex alcaldesa de Jojutla, ex diputada local y ex presidenta estatal del PRD, las tres cosas por este partido, haya presentado su renuncia al sol azteca, no tiene otra explicación más que se la pidieron. Imputada por delitos de corrupción, en Morena le cerrarían la puerta, por indeseable, y si parara en alguno de los partidos locales en proceso de formación también lo contaminaría. Imputados igualmente por la presunción de que amasaron fortunas ilícitas, el priista Francisco Moreno Merino y la perredista de origen priista Beatriz Vicera se manejan en perfiles bajos, lo contrario del protagonismo mediático de “Tencha” en una película cuyo final se ignora. Si una o uno, dos o los tres pararán o no en prisión. Hallándose bajo proceso penal por el delito de peculado, Hortencia ni es defendida ni atacada por el perredismo, cuyo dirigente en Morelos, Matías Quiroz Medina, se deslindó de inmediato por medio de un comunicado enfatizando que “cada uno de los liderazgos siempre deben responder ante la sociedad sobre sus hechos y trayectoria”. Diría el chavo fifí: “O sea, ¿ves?”.. Por cierto: en una plática reciente del atrilero con amigos apreciados que lo son pese a ser fifis –un árabe, un yaqui, un jalapeño, etc.– y por lo tanto críticos acérrimos de AMLO pero sólo “en corto” pues les faltan agallas para manifestarse de manera pública, no les gustó lo que dije y sostengo: Fox es un farsante, Calderón metió en un baño de sangre a México, exhibiendo sus problemas privados Peña se confirma superficial. Rebatieron pero sin argumentar, y en tema alguno fueron a fondo. Como éste de carácter local, acaso simple pero que no por conocido deja de ser grave por cuanto afecta a tanta gente: En el comercio el pez grande se come al chico. Tablajeros del mercado Adolfo López Mateos están en condiciones complicadas; venden cincuenta por ciento menos que antes de que llegaran las grandes cadenas de tiendas de autoservicio y pusieran carnicerías. No obstante que la carne del ALM es más fresca, dada la incomodidad, inseguridad y suciedad del gran centro comercial los consumidores optan por la comodidad de los supermercados en cuyas áreas de carnes ofrecen productos no siempre frescos y que, refrigerados durante días, se despachan empacados. Otro tanto ha ocurrido en los casos de las farmacias tradicionales y las tiendas de barriada. Desaparecieron de manera paulatina frente a las cadenas nacionales, al punto de sobrevivir unas cuantas que poco tardarán en cerrar. Tal es el reflejo de una competencia dispareja en la que los comercios modestos que tradicionalmente fueron “al día”, vendiendo mañana lo que compraban hoy, terminaron siendo desplazados por el empuje de los establecimientos franquiciados, cuyos capitales y organización les permiten adquirir altos volúmenes de mercancía. Y la consecuencia: de un lado cientos de familias que acabaron en la bancarrota tras cerrar establecimientos comerciales que en Cuernavaca fueron tradicionales, y del otro, capitales foráneos que llegaron y siguen arribando para hacer negocios, lo cual es válido aunque injusto. De todo lo cual no se ocupa nadie del Ejecutivo ni del Legislativo local. Cortas sus visiones, otros son sus intere$e$... Y a ver ahora qué dice el funcionario estatal metiche que la semana de atrás irrumpió en el problema que institucionalmente no le concierne, el del comercio callejero del centro de Cuernavaca. La Fiscalía debe establecer plenamente la autoría intelectual del pistolero que la mañana de ayer mató al empresario Jesús García y al líder de comerciantes ambulantes Roberto Castrejón Jr., e hirió al camarógrafo Jesús René Pérez en la Plaza de Armas… (Me leen mañana).

Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com

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