Era de temerse que José Luis Urióstegui Salgado entrara a la alcaldía con el pie izquierdo. La Compañía Federal de Electricidad (CFE) le dio un mes de gracia para que se pusiera a mano, no pudo y en la primera semana de febrero le cortó la luz en los pozos de Vista Hermosa y el centro comercial Adolfo López Mateos.

La deuda histórica de la capital es de dos mil 300 millones de pesos, de los que el Sistema de Agua Potable de Cuernavaca (SAPAC) debe la mayor parte a la CFE y una “piscacha” (38 millones) a la empresa Promotora Ambiental de Cuernavaca que, incluso amagando con juicios mercantiles, debe seguir esperando. La prioridad es el agua de los cuernavacenses y no el pago de favores en campaña a cabilderos tipo el ex secretario de Hacienda, Alejandro Villarreal Gasca.

A la gente de Cuernavaca la de Jiutepec nos da envidia de la buena. La deuda del Sistema de Conservación, Agua Potable y Saneamiento de Agua del municipio que preside Rafael Reyes Reyes es de cero pesos. En 2018, “Rafa” recibió el Ayuntamiento con una “droga” de 38 millones de pesos que sólo dos años después liquidó. Vino pagando con puntualidad, a veces retrasándose semanas o días pero poniéndose en seguida al corriente con la Conagua, la Ceagua y desde luego la CFE. A diferencia de Cuernavaca, en las viviendas, comercios y fábricas de Jiutepec no les cortan el agua.

PRÓXIMO a cumplir 89 años de haber sido fundado, esta vez el municipio de Temixco quizá sí celebre su “cumple”. En 2021 “no se pudo por el covid”, lamenta un viejo vecinos que confía: “O a lo mejor ahora sí, porque los de la tercera edad ya estamos vacunados”. Conforme a la Constitución de Morelos del 20 de noviembre de 1930, el pueblo de Temixco pertenecía al municipio de Cuernavaca, pero a finales del mismo año se modificó la ley y Temixco pasó a formar parte de Jiutepec. En febrero de 1933, los vecinos de los poblados de Temixco, Acatlipa, Cuentepec y Tetlama solicitaron al Congreso del Estado la creación de un nuevo municipio con los pueblos citados y cabecera municipal en Temixco. El decreto se promulgó el 5 de marzo de 1933, y el 8 de diciembre de 1935 se fundó el poblado de Pueblo Nuevo del Puente, conocido como Alta Palmira, con lo cual pasó a formar parte del nuevo municipio. En la década de los 70, debido principalmente a la migración de gente de otros estados como Guerrero, Puebla, Michoacán y el estado de México, además de la Rubén Jaramillo se fundaron varias colonias, entre otras, Lomas de Guadalupe, 10 de Abril y Azteca. Un antecedente de la colonia Rubén Jaramillo lo hallamos en una página de la rebeldía revolucionaria de Morelos que fue escrita el 23 de mayo de 1962 durante el gobierno de Norberto López Avelar.

Ese día, Jaramillo fue sacado de su casa en Tlaquiltenango, donde trabajaba pacíficamente junto con su esposa Epifania Zúñiga, que estaba embarazada, y sus hijos Enrique, Filemón y Ricardo. Fueron secuestrados por hombres vestidos de civil a bordo de vehículos militares y mandados por un capitán. José Jiménez. Jaramillo y su familia fueron conducidos a las proximidades de la zona arqueológica de Xochicalco, donde se les asesinó con el tiro de gracia. Nunca hubo una investigación ni se procesó a nadie por la muerte de seis personas. Retomando la bandera de Rubén Jaramillo, ocho años después el guerrillero Florencio Medrano Medero, “El Güero Medrano”, fundó la colonia Rubén Jaramillo bajo un régimen socialista en un predio de 364 hectáreas donde uno de los hijos del entonces gobernador Felipe Rivera Crespo pretendía construir un fraccionamiento de lujo llamado Villa de las Flores. (Me leen después).

Por: José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com

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