Durante los Juegos Olímpicos de París 2024, se vivió un momento memorable que simboliza la paz y la reconciliación entre Corea del Norte y Corea del Sur. En la final de tenis de mesa, los atletas de ambos países se encontraron en el podio y, para sorpresa de muchos, posaron juntos para una selfie, enviando un poderoso mensaje de unidad y armonía.

Corea del Sur, que se adjudicó la medalla de bronce en la final de dobles mixtos, y Corea del Norte, que obtuvo la medalla de plata, demostraron que el espíritu olímpico puede superar las divisiones políticas históricas. China, por su parte, se llevó el oro en esta categoría. La celebración se destacó cuando Lim Jong-hoon, de Corea del Norte, capturó el momento con su teléfono, mientras sonaba el himno nacional chino.

El deporte como medio de reconciliación

Este gesto de camaradería resalta cómo los Juegos Olímpicos pueden ofrecer un alivio a las tensiones diplomáticas. Las dos Coreas han experimentado breves periodos de unificación en el pasado. Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang 2018, los dos países desfilaron como una sola nación y compitieron juntos en hockey sobre hielo femenino.

No obstante, durante Tokio 2020, las relaciones deportivas se congelaron, y ambas naciones compitieron por separado. El reciente incidente en París 2024, donde los atletas surcoreanos fueron erróneamente identificados como norcoreanos durante la inauguración, refleja las tensiones persistentes.

Historia de conflicto y esperanza de paz

Corea del Norte y Corea del Sur se separaron tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la península coreana fue dividida en dos zonas de influencia: la soviética en el norte y la estadounidense en el sur. Esta división se consolidó con la Guerra de Corea en 1950, que resultó en un conflicto devastador y la eventual firma de un armisticio en 1953, sin un tratado de paz definitivo.

El armisticio, firmado por Corea del Norte, China y Estados Unidos, puso fin a los combates pero no resolvió todas las disputas. Ambas Coreas continúan reclamando el territorio completo de la península en sus constituciones, y el conflicto sigue sin resolverse formalmente.

El momento en los Juegos Olímpicos de París 2024 demuestra que, a pesar de las profundas divisiones políticas, el deporte puede ser un puente para la paz y la comprensión. La imagen de los atletas de Corea del Norte y Corea del Sur posando juntos en una selfie es un recordatorio poderoso de la capacidad de los eventos deportivos para unir naciones.

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