Cientos de personas tomaron las calles en Alaska para manifestarse contra la cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el mandatario ruso Vladimir Putin, que se llevará a cabo en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage.
Desde el jueves por la tarde, manifestantes de todas las edades se congregaron en la intersección de Seward Highway y Northern Lights Boulevard en Anchorage. Con pancartas y banderas ucranianas, recibieron bocinazos de apoyo de conductores durante la hora pico.
Las protestas no se limitaron a la capital. En Fairbanks también se organizaron ¡rallies! con eslóganes anti-Putin y exigencias de justicia para Ucrania.

Solidaridad estatal en apoyo a Ucrania
Al menos 16 manifestaciones están programadas en 15 localidades de Alaska —desde Ketchikan hasta Kodiak para demostrar solidaridad con Ucrania y repudiar la llegada del presidente ruso.
Nicole Collins, una de las organizadoras desde Ketchikan, declaró: “Primero, queremos expresar solidaridad con nuestros hermanos y hermanas en Ucrania… Queremos que sepan que los vemos y estamos con ellos”.

Rechazo al dictador ruso y a su recepción en suelo estadounidense
Los manifestantes califican a Putin como un “criminal de guerra” y consideran una traición permitirle pisar suelo estadounidense. El grupo Native Movement denunció: “La decisión de recibir a Putin en Alaska traiciona nuestra historia y exige claridad moral ante el sufrimiento de Ucrania”.

Contexto histórico y estratégico de la protesta
Alaska, con profundas raíces históricas rusas —vendida por EE. UU. en 1867— se encuentra ahora ante un encuentro diplomático altamente simbólico en territorio antes perteneciente a Rusia.

Reacción global y omisión de Ucrania
La cumbre ha sido catalogada de “alto riesgo” en la escena internacional, ya que trata de una posible negociación sobre la guerra en Ucrania, sin la presencia del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, lo cual ha sido criticado como un golpe al principio de “nada sobre Ucrania sin Ucrania”.

Ambivalencia entre esperanza y escepticismo
Mientras algunos esperaban un avance hacia la paz, muchas voces, incluidos refugiados ucranianos en Anchorage, denunciaron la legitimación de Putin y cuestionaron las motivaciones de Trump. En paralelo, sacerdotes locales ofrecieron oraciones pidiendo que prevalezca el entendimiento y la prudencia.

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