Las formas de enseñanza, la investigación, obtención de información y hasta las maneras de discutir y analizar son los nuevos desafíos que tienen que resolver de manera urgente las universidades y escuelas ante la llegada de la Inteligencia Artificial, advirtieron académicos de la UNAM.
Al participar en la primera sesión de reflexiones sobre Redes Sociales y la Inteligencia Artificial (IA), el director general de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, Héctor Benítez Pérez, comentó que el acelerado avance que se registra en el desarrollo de tecnologías y herramientas digitales nos lleva a considerar la necesidad de explorar novedosas maneras de evaluación del conocimiento en las universidades.
“Tendremos que pensar, no creo en reemplazar las tesis, pero sí en las formas para verificar sus contenidos y determinar si el alumno que nos entrega el documento es el autor o no, interrogándolo, haciendo un examen más riguroso sobre lo que nos entrega por escrito, para que defienda aquello que se supone conoce, puesto que lo ha escrito”, expresó el académico.
Agregó que las tareas de actualización y alfabetización digital son urgentes, pues desde hace más de un año que comenzó a destacar en las aulas la llamada inteligencia artificial generativa, y la respuesta en el campo de la docencia y la investigación no ha sido suficiente y los espacios de reflexión, análisis y toma de acciones concretas han sido limitados.
En tanto, Raúl Trejo Delarbre estimó que hablar de los peligros de la IA quizá no sea la mejor forma de acercarnos a las herramientas digitales, porque junto a esos riesgos se tienen ventajas y posibilidades que ofrecen las aplicaciones cibernéticas.
“Estas máquinas son capaces de crear contenidos, procesar información, clasificar datos y sirven para diversas actividades que pueden ir desde sistemas para organizar el tráfico en las grandes ciudades, hasta realizar diagnósticos médicos complejos, ya que tienen capacidad para leer radiografías con más acuciosidad que el ojo de los médicos más expertos”.
No obstante, el experto destacó que la información procesada por esos dispositivos y aplicaciones también pueden tener errores o sesgos programados de manera deliberada, incluso llegar a manifestar expresiones disparatadas.