Los exmandos de la Policía Federal, Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino, ambos cercanos a Genaro García Luna, fueron acusados por las autoridades de Estados Unidos por tener presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa.

De acuerdo con la acusación judicial, a la cual Animal Político tuvo acceso, autoridades de Estados Unidos señalan a García Luna, junto con Pequeño García y Cárdenas Palomino de colaborar con el Cártel de Sinaloa de al menos cuatro formas:

  • No interferir con el tráfico de droga del Cártel de Sinaloa principalmente en los envíos que tenían como destino los Estados Unidos. 
  • Proporcionar información confidencial sobre operativos policiales contra la organización criminal. 
  • Dirigir sus acciones contra los miembros de cárteles rivales para su detención, en lugar de perseguir al Cártel de Sinaloa, así como proporcionar información sobre acciones contra grupos rivales. 
  • Colocar a funcionarios cooptados en puestos clave de poder para  que Cártel pudiera controlar sus acciones. 

De acuerdo con  el Tribunal del Distrito Oriente de Nueva York,  hay evidencias que demuestran que Pequeño García y Cárdenas Palomino, junto con García Luna,  protegían a la organización criminal, cambio de millones de dólares en sobornos.

“En lugar de combatir a los carteles habían estado colaborando y aceptando sobornos de ellos”, expone el documento.

De acuerdo con la periodista de Propublica Ginger Thompson, Ramón Pequeño García fue el encargado de supervisar las unidades antinarcóticos que fueron examinadas por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos y que estaban relacionadas con dos ataques registrados en México que dejaron decenas de muertos. 

La periodista detalla que ambas acusaciones no vinculan directamente a los señalados con esos atentados, pero sí “dejan en claro que las filtraciones de información fueron parte de un problema sistémico que llegó a los niveles más altos del gobierno mexicano”.

Autoridades confirmaron que la FGR tiene en curso una carpeta de investigación por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita en contra de Cárdenas Palomino derivado de una denuncia promovida por la UIF que identificó operaciones sospechosas en torno al exfuncionario de García Luna.

Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino se desempeñaron como mandos de la Policía Federal bajo las órdenes de Genaro García Luna, quien fue director de la extinta Agencia Federal de Investigación en el sexenio de Vicente Fox, y secretario de Seguridad Pública en la administración de Felipe Calderón. 

Pequeño García se unió al equipo de trabajo de García Luna en la AFI y posteriormente fue nombrado jefe de Inteligencia de la Policía Federal. Mientras que Cárdenas Palomino también trabajó dentro de la AFI y desde febrero de 2010 hasta 2012 fue el titular de División de Seguridad Regional de la Policía Federal.

Ambos siempre fueron personas muy cercanas al exsecretario de Seguridad Pública.

García Luna, detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, es acusado de tres cargos de conspiración para transportar cocaína a Estados Unidos más otro por falso testimonio.

Hace unos días, el Departamento de Justicia de EU anunció que presentará cocaína y heroína confiscada entre 2002 y 2009, así como registros financieros y expedientes mexicanos como evidencia contra el exsecretario de Seguridad Pública.

De acuerdo con una carta publicada el pasado viernes por la Fiscalía para el Distrito Este de Nueva York, el gobierno de EU busca presentar evidencia en el juicio que presuntamente relaciona a García Luna con el aseguramiento de drogas.

 

 

 

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