La aclamada secuela "Top Gun: Maverick", protagonizada por Tom Cruise, que se convirtió en un éxito taquillero al superar los mil millones de dólares en recaudación desde su estreno en mayo de 2022, se ve ahora envuelta en problemas legales. Según informes de TMZ, Barry Tubb, uno de los actores de la película original, ha presentado una demanda contra Paramount, la productora y distribuidora de la secuela, alegando el uso no autorizado de su imagen en una de las escenas.
Barry Tubb, quien interpretó a Wolfman en la primera entrega de "Top Gun" en la década de los 80, argumenta que su contrato original no incluía disposiciones para un posible cameo en futuras secuelas y que no fue informado ni consultado sobre la inclusión de su imagen en "Top Gun: Maverick". Según los documentos legales obtenidos por TMZ, Tubb afirma que la empresa violó sus derechos al usar su imagen sin su consentimiento.
La escena en cuestión es aquella en la que los personajes de Glen Powell y Greg Tarzan Davis descubren que el mejor amigo de Pete "Maverick" Mitchell (interpretado por Tom Cruise) tuvo un hijo, señalando como prueba una fotografía de los aviadores de la clase del '86, donde aparece el personaje de Wolfman.
Barry Tubb sostiene que nunca fue contactado por la empresa para discutir o autorizar el uso de su imagen en esta secuela, y hasta el momento, no ha recibido ninguna compensación económica por dicho cameo.
Aunque la compensación exacta solicitada por Tubb no ha sido especificada, se presume que podría ser una suma significativa, teniendo en cuenta el éxito y la recaudación de "Top Gun: Maverick". La demanda plantea interrogantes sobre los derechos de imagen de los actores originales cuando se trata de secuelas que se realizan décadas después de la película original.
Es importante destacar que "Top Gun: Maverick" se posicionó como la segunda película más taquillera del 2022 y logró un lugar destacado en la historia de Hollywood al superar a la exitosa película de Marvel, "Avengers: Infinity War". Sin embargo, esta situación legal podría arrojar sombras sobre el éxito continuo de la película y plantear preguntas sobre la gestión de los derechos de imagen en la producción cinematográfica.