En 1995 Kunz define a la ciudad como “aquel espacio construido donde se concentran y reside población de manera permanente, con el fin de desarrollar de manera eficiente actividades industriales, de servicios y comerciales”. Las ciudades se ubican en un espacio determinado con la finalidad de convertirse en un lugar de residencia y que concentra a una cantidad importante de habitantes, los cuales cuentan con infraestructura, servicios básicos, transporte, fuentes de empleo y recreación.
La remembranza de tiempos pasados se alinea con las características que debe tener una ciudad ideal, en donde los ciudadanos queremos estar afuera, en las aceras, plazas y parques, ver gente, tener contacto con la naturaleza, ver a los niños caminando, jugando o andando en bicicleta, en general, queremos una ciudad incluyente hecha para niños, ancianos, para ciudadanos pobres y ciudadanos ricos.
Enrique Peñalosa ex Alcalde de Bogotá señala que la ciudad ideal es aquel espacio que habitamos y que logra darnos felicidad, porque la ciudad tiene que ver con lo que sentimos y por lo mismo requiere de espacios públicos buenos, adecuados al goce del esparcimiento y tranquilidad, para que la población se apropie de ellos y los disfrute. También señala que la ubicación de la vivienda debe tener preferencia sobre su tamaño, se debe desterrar la práctica común de edificar en donde el suelo sea más barato, las ciudades deben ser más compactas para dar preferencia a las áreas verdes, buscar la verticalidad sin exceso y contar con transporte público de calidad.
Los buenos deseos se quedan en deseos, ya que en Cuernavaca, nuestra ciudad, tenemos una gran paradoja urbana que no es exclusiva de Morelos, “la edificación de la vivienda se da en donde no existe ciudad y el decrecimiento donde si hay ciudad”, esto lo podemos ver en el centro de Cuernavaca, en donde el uso habitacional tiende a desaparecer, ocupándose con vivienda en la periferia hasta llegar a municipios vecinos, en donde la tierra es más barata. Los espacios del centro de Cuernavaca sufren el embate de una reconversión urbana, al pasar del uso habitacional tradicional al uso comercial, por lo cual, cuando se cierran los comercios desaparece la vida humana y circular en el centro se convierte en zona de peligro.
Cuernavaca también sufre de falta de espacios públicos y áreas verdes, y no solo en el centro histórico, toda la ciudad carece de lugares en donde se pueda fomentar la vida comunitaria y las actividades culturales y turísticas.
Lograr un cambio urbano no solo en la Ciudad de Cuernavaca sino en todas las ciudades de Morelos, es una tarea titánica pero no imposible, se requiere de mucha imaginación y sobretodo de decisión política, las autoridades locales cuando toman posesión, repiten hasta el cansancio y llegan al fin de su administración repitiendo, “que no tienen recursos económicos, que las anteriores administraciones les heredaron grandes adeudos imposibles de pagar”, lo cual puede ser cierto pero es algo que ya conocían cuando quisieron ser autoridad, por lo cual, al llegar al cargo deben pensar en generar recursos nuevos para solventar las grandes necesidades de los habitantes, no dedicarse a administrar los recursos propios que ya tienen convenidos y aquellos que llegan vía programas federales.
El problema de falta de recurso en los municipios se convierte en un círculo vicioso, “no tengo dinero para todas las necesidades de la población, por lo que necesito contratar una deuda para solucionar aunque sea una parte de esas necesidades”, esto genera el crecimiento de los adeudos anteriores.
La ciudadanía estamos conscientes de la falta de recursos, pero también sabemos que la obra que se realiza no satisface nuestras necesidades, o que va dirigida a acciones innecesarias o poco urgentes, de ahí surge la inquietud, porque no se tiene un proyecto integral de desarrollo de la ciudad, a mediano y largo plazo, sabemos que a corto plazo es imposible dar solución a la creciente problemática que enfrenta la ciudad; porque no existe un político decidido a trascender en la historia, que enfrente la problemática de la ciudad con proyectos a largo plazo, que no serán inaugurados o puestos en marcha en su periodo de gobierno.
Existen diversas opciones no aprovechadas para la obtención de recursos a mediano y largo plazo, dentro de las cuales podemos señalar las siguientes:
• Aprovechamiento de la plusvalía.- En la ciudad de Cuernavaca podemos observar el gran auge que se tiene por la reconversión urbana, tanto para cambiar el uso de suelo de habitacional a comercial, como para incrementar las densidades y aprovechar los beneficios al máximo. Tanto el Estado como el Ayuntamiento son las entidades que otorgan los permisos para que los particulares se beneficien económicamente, por lo cual adquieren un importante sobrecosto de las propiedades adquiridas, el gobierno municipal debe ser partícipe de la plusvalía generada, comprando predios abandonados y ofertándolos a los particulares con los permisos incluidos, o modificando la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano Sustentable del Estado de Morelos, para que una parte de la plusvalía generada sea en beneficio del Ayuntamiento.
• El Ayuntamiento como promotor inmobiliario.- Todos los particulares tienen derecho a hacer negocios inmobiliarios, porque el Ayuntamiento no; tenemos varios ejemplos en la República, como Monterrey y Puebla por señalar algunos, el Estado se convirtió en el principal corredor inmobiliario, adquiriendo grandes reservas territoriales que fueron ofertadas a los particulares con los permisos correspondientes. La autoridad municipal aprueba su programa de desarrollo urbano, señalando zonas de aprovechamiento y densidades y además es la entidad que otorga los permisos de uso de suelo y construcción.
• El Ayuntamiento como administrador de edificios públicos.- Nuevamente tomando como ejemplo Cuernavaca, sabemos que la ciudad se enfrenta a una gran problemática por la falta de estacionamientos públicos. Para solucionar la falta del servicio y contrarrestar el abuso de los particulares, el Ayuntamiento puede adquirir predios céntricos y transformarlos en estacionamientos públicos de su propiedad.
• El Ayuntamiento como concesionario del transporte público.- El Fondo Nacional de Infraestructura aporta recursos para la integración de sistemas de transporte masivo, en donde el Ayuntamiento puede aportar parte de la inversión, para beneficiarse con las utilidades.
Ejemplos de inversión pueden existir muchos, como lograrlos es lo importante; sin embargo, los municipios cada vez están más endrogados y las necesidades crecen de manera exponencial, necesitamos proyectos a mediano y largo plazo y administraciones de gobierno en donde la corrupción no exista. Las autoridades tanto estatales como municipales deben asumir su función como conductores de nuestra economía, si se hacen las cosas bien, la economía del estado se fortalece y a todos nos va bien.
Se deben evitar los malos ejemplos del pasado, en donde se invirtieron grandes cantidades de dinero en obras que fueron concesionadas a título gratuito a particulares.
El Ayuntamiento debe dejar de ser el administrador de la pobreza y convertirse en generador de recursos que muevan la economía del municipio, ya que su función principal es la de lograr un mejor nivel de vida de la población, transformando la ciudad hasta llegar a la “Ciudad que todos queremos” en donde tendremos:
• Recuperación de espacios públicos.
• Fomento de la vida comunitaria.
• Diversidad de ingresos.
• Uso de suelo mixto.
• Incremento de la densidad y áreas verdes.
• Rescate del uso habitacional.
• Transporte público de calidad.
• Banquetas y ciclo vías.
• Sustentabilidad.
• Infraestructura y servicios de calidad.
“Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Morelos A.C.”
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