Todos los que vivimos en Cuernavaca ya sea por nacimiento o por adopción de un lugar para pasar el resto de nuestros días, deseamos poder regresar a aquella ciudad que nos vio nacer o a aquella ciudad de la que nos enamoramos; aquella ciudad tranquila con hermosos paisajes floridos en cada esquina, calles engalanadas con construcciones tradicionales y grandes jardines repletos de árboles frutales, un incipiente desarrollo económico con locales comerciales de gran tradición en lugar de tiendas departamentales y sobretodo el bullicio que provocaba la vida de la sociedad local, en sus jardines y en las calles alrededor de ellos.
Cuernavaca contaba con una gran actividad social y cultural en sus pocos espacios públicos y en sus calles aledañas, en donde encontrábamos actividades culturales y artísticas para todos los gustos, como: La hora del pueblo, las callejoneadas de estudiantinas morelenses, las funciones del grupo teatral “Los Mascarones”, etc.
Ese antiguo sabor local muy de Cuernavaca, llenaba no solo los espacios públicos, también las calles aledañas, en donde familias enteras y grupos innumerables de jóvenes deambulaban en la búsqueda de paz, tranquilidad y diversión.
Esto nos da a conocer la importancia de nuestra estructura vial, la cual no solo debe ser vista como aquellas vías de comunicación que nos dan acceso a diferentes lugares en nuestra ciudad, debemos considerar la importancia que representan, tanto como vías de comunicación, como corredores comerciales y de actividad social; por lo cual, debemos plantear a nuestras autoridades, la necesidad de un programa de rescate y reconstrucción de calles, que abarque además de la construcción de espacios dignos, limpios y lo suficientemente amplio para su circulación peatonal, actividades comerciales, culturales y de esparcimiento.
La ciudadanía deseamos contar con espacios públicos que nos den gusto visitar, a donde queramos llegar y sobretodo, lugares que nos identifiquen con nuestra localidad y que nos regresen el sentido de pertenencia con nuestra Ciudad de la Eterna Primavera. Con base en esto, proponemos a las autoridades la adopción de un programa de rescate y reconstrucción de calles que denominaremos “Las calles como espacios peatonales: Utilizando las calles para reconstruir el tejido social de la ciudad”.   
Sin contar con un proyecto integral serio, en los últimos años hemos contado con algunos ejemplos aislados del aprovechamiento de las calles como espacios públicos para el disfrute de la población, entre los que podemos mencionar los siguientes: La peatonalización de un tramo de la Calle Vicente Guerrero (proyecto fallido por falta de un análisis serio), el cierre de la Calle Comonfort los fines de semana (para venta de libros), el cierre parcial de la Calle Fray Bartolomé de las Casas (para la proliferación de cantinas callejeras) y el cierre de un pequeño tramo del Boulevard Benito Juárez, frente al Palacio de Cortez (proyecto que pretendía rescatar la vista de tan importante monumento y que terminó siendo un espacio más para el comercio ambulante); también se cuenta con el Jardín San Juan, en donde los vendedores ambulantes impiden cualquier actividad cultural o artística.  
Lo anterior nos lleva a la necesidad de un proyecto ejecutivo con características de integralidad, en donde todos los aspectos de la vida social de la ciudad sean tomados en cuenta, haciendo énfasis en la necesidad de implementar zonas de reunión y esparcimiento para la población; por lo cual, cualquier proyecto debe ser socializado tomando en cuenta a todos los actores que habitamos y tenemos algo que ver con nuestra ciudad (habitantes, comerciantes, prestadores de servicios, colegios de profesionistas, autoridades y por qué no? hasta visitantes y turistas).
Con esta sugerencia queremos hacer notar la urgente necesidad que tenemos los habitantes de Cuernavaca por restaurar la vida comunitaria en las calles; para lo cual es esencial liberar algunas calles de la dominación de los vehículos con motor, además de quitar el ambulantaje que tenemos, sobre todo en nuestro centro histórico. La solución se logra a partir de contar con un proyecto ejecutivo claro y bien analizado, que cuente con el consenso en todas y cada una de las acciones que se pretendan hacer y sobre todo considerando un enfoque integral.
En este sentido, es importante que todas las calles a intervenir contemplen todos y cada uno de los elementos arquitectónicos que las han caracterizado a través del tiempo, empezando por el rescate de la imagen urbana, sus detalles, tipologías arquitectónicas, mobiliario urbano, señalización y señalética; así como la atención inmediata de sus deficiencias urbanas en infraestructura, equipamiento y servicios, los cuales, en algunas calles son las necesidades y aspiraciones más apremiantes de atención.
Una vez atendido lo primario, lograremos entre todos y cada uno de nosotros, el establecimiento de diversas actividades culturales, turísticas, comerciales, económicas, de identidad, orgullo, etcétera. Para lograr que las calles se transformen en lugares en donde las personas quieran pasar parte de su tiempo, se plantean los siguientes puntos de acción:
1. Las calles como espacios vivos y atractivos.
Las calles no sólo hacen posible que lleguemos a nuestros destinos, sino que también cumplen una importante función social, en donde es posible encontrarnos con nuestros conocidos y amigos, conocer a nuevas personas, poder ir de compras, disfrutar de momentos agradables con la familia o de poder disfrutar de espacios para la cultura, el ocio y la recreación. Las calles son un lugar ideal en donde podemos encontrar actividades comerciales, exposiciones al aire libre (pintura, libros, gastronomía), musicales, artesanías, restaurantes, zonas de descanso y esparcimiento, etcétera; actividades que son capaces de expresar el espíritu de un lugar y de fomentar la interacción entre las personas.
2. Las calles como lugar de celebraciones, eventos y reuniones.
Las fiestas típicas o tradicionales que celebramos en Cuernavaca anualmente y regularmente se desarrollan en nuestras calles (con algunos días de inconvenientes) o en los parques de nuestra ciudad, todo esto lo hacemos desde tiempos inmemoriales (Tlaltenango, San Francisco, etcétera). Este espíritu de celebración es lo que se debe incentivar en nuestra ciudad como una manera de traer de vuelta a los espacios públicos a un mayor número de personas, y así lograr el florecimiento de nuestra identidad, del orgullo de ser Cuernavaco por nacimiento o adopción.
Debemos lograr que se reconozca a Cuernavaca como una ciudad cultural, comercial y de servicios, y qué mejor motivo de atracción puede ser que en gran parte de nuestras calles se celebraran, sobre todo en fines de semana, diferentes eventos con atractivos para todos los gustos, edades y posibilidades económicas.
3. Gerencia del Centro Histórico (Administración, Coordinación y Mantenimiento).
Se debe contar con un grupo de reconocidos morelenses que trabaje de manera altruista por nuestra ciudad, una entidad que puede denominarse “Gerencia del Centro Histórico” y es quien se encargará de administrar y coordinar todas las acciones, trabajos, eventos, proyectos, obras, etc. que se desarrollen en este gran espacio, también conocido como “el corazón de Cuernavaca”.
Esta entidad deberá ser independiente a las autoridades gubernamentales de cualquier nivel, sus recursos se obtendrán de los diferentes programas federalizados que existan, además de las contraprestaciones que se deriven de acuerdos de coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno, la sociedad civil y hasta aportaciones de fundaciones internacionales.

Julio del 2019

“Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Morelos A.C.”
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