Sin duda alguna, el problema de las instituciones electorales que han perdido toda confiabilidad es un asunto grave para la democracia mexicana.

No es admisible que las instituciones garantes del voto de los mexicanos no tengan credibilidad después de las declaraciones del ex fiscal para Delitos Electorales, Santiago Nieto, en las que acusó a la consejera presidente de violar la ley, de manera clara, para beneficio de uno de los participantes, al quererlo involucrar con lo mismo; es algo que hace perder a las instituciones toda credibilidad.

Sabemos que los cambios vienen y que los famosos Oples desaparecerán y se volverán a centralizar todas las decisiones, ya en primer lugar se les recortará la mitad de los recursos a los partidos políticos, lo que es una decisión verdaderamente popular, pues la ciudadanía está harta de que los partidos vivan de la manera en que lo hacen.

Lo más peligroso es que, de acuerdo con un análisis hecho por la doctora María Amparo Casar, del dinero que se gasta en las elecciones, por cada peso que les da el Estado los partidos gastan cuatro más, lo que va contra la ley. ¿De dónde vienen esos millones? Nadie sabe, sólo lo suponemos, pero en verdad parece ser que es de las grandes empresas de los contratistas que desean participar en las obras de la administración, lo que es una forma de corrupción, o de la delincuencia organizada que busca de manera clara apropiarse de los cargos públicos para seguir creciendo.

Problemática que tendrá que resolver o buscar resolver la nueva manera de organizar las elecciones que, de acuerdo con las señales que nos dan los diputados federales del hegemónico en México, al parecer trasformarán las mismas para que sea mucho más barato el gasto sobre los procesos electorales.

Que vaya a desaparecer el INE no lo creo, pero que van a disminuir sus grandes oficinas por unas más sencillas, sin tanto personal y con menos recursos, desde luego. Y a querer o no se cambiarán las funciones de los consejeros electorales y se nombrarán nuevos.

El gasto que representa para la federación es excesivo, es la institución electoral más cara del mundo; y lo es porque está basada en acabar con la desconfianza que se le tenía al órgano electoral.

Pero lo inaudito es que ahora la autoridad electoral trate de robar a sus jubilados, ajustando su pago cuando esa no es su responsabilidad; ella, por sus características está obligada a cumplir con la ley más que nadie, ya que ¿si no cumple, cómo podremos decir que existen elecciones limpias? Pero, por su actitud en las últimas fechas, es una vergüenza, pues en lugar del aumento nacional del 16% que señala la ley, se hace tonta sola y sólo les aumentó el cinco por ciento, esto porque tienen una administradora que siente que de esa manera ahorra, a costa de aquellos a los que tiene la obligación de aplicarles la ley; desde luego que esta puede ser una instrucción de algunos de los consejeros, que ni entienden de elecciones; pero, eso sí, quieren los recursos para sus gastos y para pagar a empleados que no sirven para nada.

O sea que es muy simple: se quedan con un once por ciento, violando la ley. No cabe duda de que por dinero son capaces de hacer cualquier cosa y, desde luego, reafirman la pérdida de credibilidad que han tenido; y en cuanto a los problemas que se acercan ahora con las elecciones de ayudantes municipales, difícilmente podrán con ellos.

Hay quienes desde adentro nos señalan que el proceso de julio de 2018 salió bien gracias a la gran diferencia de votación entre Morena y los demás partidos, porque si esa votación hubiera estado más cerrada no hubieran podido legitimarla.

Veremos y juzgaremos, pero en verdad no es justo que se queden con el dinero que no les corresponde y desde luego que habrá que demandarlos legalmente, y les va a salir más caro el caldo que las albóndigas. ¿No cree usted?

El próximo 12 de abril será el gran baile de Los Cuernavacos, con la coronación de Rocío I, nuestra nueva reina netamente morelense, para volvernos a ver y de esa manera pasar una noche mágica en la belleza y con la calidad de “Mañanitas Casa Nueva”. Los boletos están ya a la venta. No se pierda la tradición de los cuernavacenses. Boletos a la venta en Comonfort 13 y reservando por los teléfonos 314-51-91 y 314-51-89, de 9 a 3 de la tarde estamos a sus órdenes. ¡No se lo pierda!

 

Por: Teodoro Lavín León

totolavin@outlook.com

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