Después de que el Tribunal Estatal Electoral determinó hacer cambios en la Presidencia Municipal de Puente de Ixtla, donde quitó el triunfo a Claudia Mazari Torres, la representante del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), le otorgó el triunfo al Partido Movimiento Ciudadano (MC), encabezado por Rubén Morales Ozaeta, lo que significa una pérdida importante en el estado. Y si a ello le aunamos la pérdida de Cuernavaca, la verdad es que a Morena no le fue tan bien como esperaban sus partidarios; pero la cosa no llega solamente ahí, y lo que estamos viendo es que son los propios morenistas los que están en contra de la actual dirigencia.

La situación se está poniendo tensa y abundan las acusaciones sobre el manejo del recurso de la prerrogativa, que es de un millón cuatrocientos mil pesos mensuales, ya que los inconformes señalan que su uso no se ha aclarado. Mire usted lo que dicen: En  los últimos dos años, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Morelos se ha convertido en un partido antidemocrático, y señalan al dirigente estatal Gerardo Albarrán Cruz por haber transformado al partido en “fantasma” e “ilegal”; y, algo más grave electoralmente hablando, que es haber inflado el padrón de militantes.

Fue el propio Secretario de Derechos Humanos y Sociales del Comité Directivo Estatal de Morena en Morelos quien denunció que se han cometido muchos actos ilegales en su interior, y que la actual dirigencia ya debería de haber sido cambiada, ya que su periodo terminó, y señaló que esa dirigencia únicamente se ha preocupado por mal administrar los más de millón 400 mil pesos mensuales que percibe de prerrogativas del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana.

Acusó a la dirigencia de haber convertido a Morena en un partido antidemocrático, puesto que tiene una dirigencia “fantasma e ilegal”.

La verdad es que el pleito entre los grupos dentro de la dirigencia estatal está cada vez más fuerte y, desde luego, el asunto tiene que ver con el recurso que es de casi millón y medio de pesos mensuales, que nunca soñaron tener; y que los ciudadanos, cuando votan, no se dan cuenta de cómo apoyan a un partido.

El propio secretario fue claro al advertir que las bases de Morena le han demandado a su dirigente nacional, Mario Delgado, que le regrese la democracia al partido y, para ello, debe tener la voluntad de supervisar el padrón interno, el que fue manipulado e inflado por la hoy diputada Edi Margarita, el alcalde y Elia Ortiz, quiénes movieron la estructura de forma irregular y llevaron acarreados para sus fines políticos personales en los actos previos a la elección de junio de este año, por lo que se requiere revisar y constatar cuántos son los militantes que desean continuar en ese instituto político, así como saber de aquéllos que ya no están y participan en otros partidos políticos.

Aquí lo chistoso es que el Alcalde, que supuestamente fue quien alteró el padrón, compitió por otro partido, el PT, en la elección pasada, y no por Morena. En fin, que la denuncia muestra que existe dentro de un grupo de militantes gran molestia por la manera en que se maneja el dinero y, como siempre, el gran problema es la falta de transparencia en su manejo.

Esto es algo que se necesita legislar, porque está bien que los partidos decidan para qué usan sus prerrogativas, pero que lo transparenten a sus militantes y no militantes es de vital importancia, porque son entidades públicas que trabajan con el dinero de nuestros impuestos que reciben a través de los organismos electorales; así que aquí hay un nuevo reto para los actuales legisladores, ya que, si bien hay que respetar la independiencia de los partidos políticos y de su libre administración, también es fundamental en un régimen democrático que se dé a conocer públicamente la manera en que se gastan los recursos que son de todos los morelenses.

Sabemos que hay partidos que se opondrán en el Congreso, pues no les conviene que se ponga orden y que pierdan el provilegio de tener en la nómina a todas las familia de los legisladores, y muchos otros aviadores, sacando los recursos de partido; por eso, es fundamental que se legisle para que los partidos políticos tengan que rendir mensualmente un informe transparente de cómo se gastaron los recursos públicos que reciben.

México es uno de los pocos países donde los partidos son financiados por el Estado, así que, siendo dinero público, los partidos tienen la obligación de informarnos a todos cómo lo gastan y, primordialmente, enterar a sus militantes.

Es necesario que se instale la transparencia en nuestro país como prioridad y en forma verdaderamente clara, porque lo que hay a la fecha es sólo una enorme farsa. ¿No cree usted?

Por: Teodoro Lavín León lavinleon@gmail.com Twitter: @teolavin

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