Creo que estaremos de acuerdo en que a la mayoría de los ciudadanos les da flojera la política, o al menos cómo se lleva ésta en Morelos.

Tenemos meses en lo mismo, los partidos políticos cada día están más desprestigiados y demuestran tan poco pudor que se dejan ver sus partes más vergonzantes. Analizar cómo deciden la elección de sus candidatos nos hace ver con claridad su falta de compromiso con nosotros los ciudadanos.

Hasta hoy no ha habido partidos que piensen en los ciudadanos, algunos los utilizan por intereses políticos y económicos juntos o, simplemente, sólo por intereses comerciales; no existe una verdadera búsqueda de los mejores ciudadanos.

La falta de liderazgo en el estado es verdaderamente grave, no hay una figura que digamos vale la pena, los que tienen algo de poder se sienten ya en lo más alto de la estratósfera y ven a los demás como ilusos que les deben de dar toda la adoración que a los mismos santos. Por desgracia, y a pesar de ser “hijos” de Emiliano Zapata, no hay un liderazgo de alguien valiente que diga la verdad; con eso nos conformaríamos, con uno que sepamos que dice la verdad; pero ése no existe y es por eso que la ciudadanía se aleja y no se acerca a los partidos políticos; nada más hay que ver cómo resuelven sus candidaturas los partidos. Muchos de sus conflictos internos no son más que el resultado de la manera en que se conducen diariamente. A veces la tristeza nos invade viendo que en nuestro estado y en nuestra ciudad no vemos a alguien del que podamos decir que vive de manera entregada a servir.

Si hacemos un análisis de quiénes han sido y quiénes competirán en esta contienda, son muy pocos los que se salvan, la mayoría son improvisados que al otro día que de les otorgan la candidatura ya se empiezan a volar y pierden de inmediato el sentido de la realidad, y sienten que no los seleccionó un partido, sino Dios en persona, y caminan en medio de las nubes; la tierra ya es poco para ellos.

Otros, los más pocos, tienen un trabajo en el estado o en la ciudad, pero las envidias dentro de los propios partidos no los dejan crecer, y están los viejos denominados políticos, porque no los son y sólo así les llaman, los que quieren seguir pegados al gobierno a como dé lugar; y si ellos están tan quemados que ya no pueden, tratan de meter a sus hijos para continuar en el poder. Esto y la falta de honradez y las traiciones tan comunes en este ámbito han hecho que la ciudadanía se vuelva apática, y bien sabemos todos que hacen falta verdaderos líderes comprometidos con una sola cosa esencial: amor por el estado, la ciudad o el pueblo que gobiernan.

Miren nada mas: tenemos en la capital un Presidente Municipal que compra botes de basura, cuando el pésimo servicio de recolección de residuos ha formado en las esquinas de miles de calles auténticos chiqueros que nunca están limpios; y con la farsa de unos botecitos quieren que la ciudadanía crea en su falsa eficiencia, la que no existe, ya que la basura, que debería de ser un negocio para beneficio público, en sus manos se convierte en un gasto enorme que sólo es negocio para el concesionario y la autoridad.

Tenemos un gobierno que exige muchas cosas y los ciudadanos tenemos que cumplir, pero díganme si ha habido en dos años y medio una obra que valga la pena. No existe esto, son puros parchecitos u obras sin sentido, no existe un plan estatal de desarrollo en el cual se proyecte un estado o la ciudad a treinta o cuarenta años.

Estamos tan retrasados que no tenemos no sólo donde depositar la basura, sino que carecemos de una central camionera como debe haber en cualquier pueblo más o menos grande del país, y todo por el negocio que hacen las autoridades con los grupos de camioneros, que se hacen ricos a costa de nosotros; pero la cuestión es que, por lo que se puede ver, les reparten bastante lana a las autoridades para que no se haga nada, porque serían ellos los que deberían de aportar los recursos para costear una tan urgente necesidad que existe en Cuernavaca de una central camionera.

Pero sí, en cambio, por ejemplo, se les permite a esos señores que sequen los viejos y maravillosos árboles de cientos de años de Casa de La Chica, porque a la larga quieren tirarla y hacer un gran patio de camiones en el centro de la ciudad. Y, como la autoridad no piensa en los ciudadanos, sino en cuánto dinero le toca, desde luego que sólo recibe y no es capaz de obligarlos a nada.

Y así podemos ir viendo cada uno de los problemas y notar que hay quienes cobran en turismo municipal y los pocos lugares turísticos, como el Salto de San Antón, están abandonados totalmente. Así es en gran parte de parques y jardines de la ciudad, y lo único que crece en el estado son las cuentas de los funcionarios. Díganme cuál obra existe en los últimos años en beneficio de la ciudad y se verá que no la hay. Así que, mientras la ciudadanía no vea que en realidad los seudo políticos se apliquen, el liderazgo no existirá. ¿No cree usted

Por TEODORO LAVÍN LEÓN / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp