Si algo ha funcionado mal en ésta nuestra ciudad capital, eso es el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado, que no sólo funciona mal, sino que, regularmente, explota a los que les debería de dar servicio de una manera indiscriminada.
El problema es que SAPAC se convirtió desde hace varios trienios en la caja chica de las autoridades municipales para tener recursos frescos y sin problema, y de los regidores para repartir chambas a sus cuates, la mayoría de aviadores, por lo que la nómina en la paraestatal ha crecido en los últimos años de manera exagerada.
Pero lo que es peor: después de que la asociación privada “Morelos Rinde Cuentas” realizó un verdadero profesional estudio para rescatar a la empresa del caos en que vive; pero administraciones van y vienen y, desde luego, no lo toman en cuenta porque lo primero que se controlaría es el recurso económico y, claro está, se tendría que despedir a los aviadores y amigos que los regidores cada tres años le endilgan a la empresa.
La farsa que ahora están manejando, de que el agua en Cuernavaca es barata, es eso: una farsa para ver cómo nos siguen explotando; y debemos de hacer algo para no dejarnos. Mire usted lo que dicen las autoridades, de veras que no tienen vergüenza. Como siempre, empiezan con un discurso en tercera persona para no comprometerse en la exposición. Al considerar que el Municipio de Cuernavaca es el único de la República con tarifas “baratas”, que recibe pagos bimestrales y por 50 metros cúbicos, las autoridades del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca informaron que iniciarán los trámites para realizar modificaciones a la Ley Estatal de Agua, a fin de con este cambio poder incrementar el cobro por el servicio de agua en un cuatro por ciento, lo que verdaderamente es el colmo.
La ley que rige al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca es muy clara al señalar que deberá cobrarse el suministro de agua mensualmente, de acuerdo al monto de uso; o sea de acuerdo al número de metros cúbicos que cada uno de los usuarios consumamos.
La trampa es muy sencilla: nos cobran por bimestre porque así, al tener un mayor consumo, la tarifa que aplican es más alta que la que tendríamos que pagar mensualmente, como lo señala la ley; además, se tiene un exceso de personal que no sirve para nada; y no aclaran ni trasparentan las finanzas como debería de ser; pero, eso sí, ya están inventando que es muy barata y hay que subirle el precio.
Nos han robado de esa manera y han ganado millones y millones de pesos durante años, a costa de nosotros los usuarios, y todavía son tan cínicos que dicen que es muy barata.
En rueda de prensa, el Secretario Técnico del SAPAC señaló que es necesario el reordenamiento para dar un buen funcionamiento a los usuarios del organismo descentralizado, por lo que están en proceso de iniciar el procedimiento legislativo, ya que existe la necesidad de incrementar las tarifas dizque “para subsanar la situación financiera”. ¡Qué cinismo! Imagínense: en el centro de la ciudad vive una mujer de más de cien años que apenas usa el agua para las necesidades más básicas y no hay jardín, pero cobran siete mil pesos bimestrales. ¿De donde salen con que es barato?
Me imagino que, en lugar de tomar medidas de administración importantes como revisar salarios y echar a los aviadores, todo lo quieren dejar igual y ya acordaron; según ellos, aumentar en un “ajuste técnico” que sería de un cuatro por ciento, pero se ajustarían a la norma federal; es decir, con ese reordenamiento en caso de ser aprobado, se pagaría alrededor de 400 pesos por 50 metros cúbicos de agua. Lo que desde luego no seria gravoso si sirvieran los medidores, que corren como locos con el aire aunque no pase una gota de agua, y si hubiera un servicio eficiente y constante
Las brillantes autoridades señalan que las tarifas establecidas para el pago de los servicios que presta el sistema no son suficientes para cubrir los gastos derivados de la operación, mantenimiento, sustitución, rehabilitación y administración de los servicios de agua potable, drenaje y alcantarillado, así como el tratamiento y disposición general de las aguas residuales; como si se caracterizaran por su eficiencia. Lo primero que se tendría que hacer es una auditoría, no solo contable, sino administrativa, para ver cuánto es el personal que sobra en la paraestatal y eliminar el cobrar a los usuarios los “errores administrativos” y las deudas por robo de los funcionarios.
La verdad es que ya estuvo suave de que todo digamos que sí y que nos sigan explotando y robando de manera descarada. ¿Por qué no aplican los puntos que hace más de dos años les entregó “Morelos Rinde Cuentas” para sacar adelante a la empresa; pero desde luego que no no les conviene, pues se acabarían los privilegios y tendría que haber orden en el manejo del dinero.
Y si a todo eso le sumamos la mafia que existe en la venta de pipas; y si le rascamos, veríamos que es más que un buen negocio. No lo permitamos, ya estamos hartos de que “la solución” sea cobrar más para que sigan viviendo bien y botando los recursos de todos. ¿No cree usted?
Teodoro Lavín León
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