En estos momentos el problema más grave es sin duda la inseguridad, la que todos seguimos sintiendo a pesar de los esfuerzos del gobierno.
La percepción de la ciudadanía es que estamos en peligro cada día, porque dígase lo que se diga, los asesinatos a diario siguen, la situación es grave y no está fácil poderla aplacar; sigue en los ciudadanos la percepción de que estamos en medio de un ambiente de inseguridad, y sabemos que mucho se está haciendo, pero las nuevas autoridades, a la fecha, no han podido darnos la seguridad que todos queremos.
En segundo término, y por su importancia, preocupa mucho que existan dos grupos irreconciliables entre los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Existen dos grupos, más o menos por la mitad de los 22 que lo forman, habiendo según ellos dos presidentes, lo que es algo que en verdad tiene a la justicia del estado detenida, ayuda a la corrupción interna y a la falta de resultados y nos da como resultado un tribunal de justicia lento, y sobre todo poco confiable.
La mayoría de los ciudadanos, sobre todo los que tienen asuntos en el poder judicial del estado, están sufriendo, porque si ya de por sí la justicia en Morelos es lenta, este problema lo está frenando.
El gobierno estatal respalda al magistrado presidente Gamboa, pero al menos hay diez de ellos que están en su contra; ¿cómo lo van a solucionar?, al parecer no ha existido la voluntad política de ninguna de las partes para resolver el problema.
Hay quienes señalan detrás del problema la mano de Grákula, que trata de seguirse metiendo para ver que más saca; ya lo aguantamos seis años y ahora debería de irse a su casa y dejar en paz al nuevo gobierno.
Al parecer, la definición final la tomará la Suprema Corte, pero eso no soluciona el problema de raíz, la ciudadanía pide que se vayan todos, y de esa manera evitar que la justicia esté detenida; sería importante que el Congreso nombrara nuevos magistrados en base a su experiencia y carrera judicial, mientras nos toca la elección de los mismos.
Por lo pronto, con un tribunal dividido, la justicia es cada día más lenta.
La comisión instructora del Congreso de la Unión confirmó lo que ya se veía venir: que es la protección a Cuauhtémoc Blanco Bravo. La decisión fue casi unánime con los votos de Morena y sus aliados, bajo el argumento de que la petición es notoriamente improcedente porque la Fiscalía de Morelos hizo mal las cosas, lo que en verdad suena raro, ya que al ex fiscal como abogado lo vimos defenderse y ganar los juicios a los que se enfrentó, así que eso de que está mal el procedimiento no es creíble.
Con lo que no contaban quienes protegen a Blanco Bravo es que las mujeres, al menos las diputadas federales de todos los partidos, están haciendo causa común y el día de hoy 25 señalan que votarán en el pleno en contra de la resolución de la comisión.
Por lo pronto, la fama del exgobernador va en picada y si ya no les útil lo desecharán, como ha sido siempre en política.
El resultado generó polémica y descontento generalizado, pues nadie le cree a la comisión que la carpeta está mal integrada, el golpeteo en medios de comunicación y redes sociales ha estado verdaderamente fuerte; hasta la diputada de Morena y presidente de la Comisión de Genero está en contra. Quien fue más crítica fue la diputada de Morena María Teresa Ealy, quien muy molesta denunció la doble moral de un partido que dice estar del lado de las mujeres, pero en los hechos protege a un agresor de género, por lo que han señalado que votarán libremente sin línea, hoy en el pleno. Así que la situación no está todavía definida, pero si se protege al ex gobernador, nadie les va a creer que en verdad están en favor de los derechos de las mujeres. ¿No cree usted?
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